Aquí dejamos la conferencia del día jueves:
“Respecto de las incorporaciones,
yo nunca hice ninguna solicitud en cuanto al ingreso de jugadores en
particular. En el caso de Aduriz y López, son dos jugadores que el club decidió
incorporar. Simplemente en el tema de incorporaciones yo señalé dos posiciones
que creo que el club debe reforzar, que no coinciden con la posición en la que
juega Aduriz, que es centroatacante, ni la posición de Ismael López que es
volante ofensivo central. De todas maneras, el ingreso de ellos dos es
importante para la institución”
“Nunca he puesto ninguna
condición a la llegada o a la salida de jugadores”
“Nosotros terminamos de competir
el día 25. El 26 me reuní con el presidente del club, quedamos en que iba a
contestarle en el curso de una semana: en vez de hacerlo al otro sábado lo hice
el domingo. El acuerdo económico fue instantáneo, no consumimos ni un minuto en
ese aspecto, y todos los demás puntos que evalué tuvieron que ver con la
construcción de un plan de trabajo que permitiera desarrollar con ilusión y
perspectiva los compromisos de la temporada 2012/13. Ese plan de trabajo yo lo
propuse, pero no lo impuse. De hecho, cada elemento que compuso ese proyecto,
lo acompañé con la siguiente pregunta: ¿Si yo no fuera el entrenador, igual el
club tomaría esta decisión?”
“Por la dimensión que tiene el
club, y por mi dimensión de entrenador, no le puse condiciones al club. Les
dije: ‘a mi me gustaría hacer esto, ¿al club le gusta lo mismo que a mi?
Hagámoslo juntos’. Si el club tiene otro proyecto distinto, coméntenmelo y yo
opinaré sobre la conveniencia de que sea yo quien lo encabece, pero siempre
situé a la institución por delante mio. Si un profesional le pone condiciones a
la institución, no quiero ser yo, porque mi estatura como entrenador no me
permite sentirme comodo poniéndole condiciones, o hace esto o sino no
pertenezco, ¿me entiende lo que le quiero decir?”
“Cuando yo diseñé el proyecto que
me interesaba desarrollar en el Athletic de Bilbao, consideré que acabábamos de
terminar una temporada de casi 70 o más partidos, considerando los amistosos.
Soy una persona que, por mi intervención en relación al equipo, termino
intoxicándolo. Tengo una vinculación muy invasiva, y considero eso un exceso de
mi parte, pero me constituye como entrenador. Entonces quise desarrollar un
programa que oxigenara esa relación que establecí durante un año con este grupo
de jugadores que tanto aportó tolerando mis exigencias. Una de las cosas que
quise acentuar es la calidad del servicio que recibe el jugador para el
desarrollo de sus actividades profesionales durante la semana. Entonces propuse
un plan de remodelación de instalaciones de Lezama, absolutamente austero, y
con pretensiones de mínima. Siempre llevo conmigo una foto de unos chicos
africanos que están jugando al pool en una mesa hecha de barro, donde las bolas
están hechas de pasto y donde los palos, los tacos, son varillas afinadas.
Entonces eso lo tengo porque cada vez que me toca dar una charla, los que
escuchan inmediatamente dicen: ‘los planes que usted propone no los podemos
desarrollar por ausencia de recursos’. Y yo, para evitarme palabras y
explicaciones, saco la foto y digo: ‘estos chicos juegan al villar de este
modo’. Por lo cual considero que todo se puede hacer proporcionadamente. A mí
me tocó trabajar en el centro de AFA, que difícilmente haya uno mejor en el
mundo que ese –viniendo de un argentino- y me tocó trabajar en Chile donde lo
hicimos de la manera más austera posible. Entonces, planifiqué cómo podíamos
mejorar las instalaciones de Lezama. Esto va para largo, discúlpeme, es
proporcional a los errores con los que se han interpretado mis intervenciones,
me siento muy incómodo extendiéndome en algo que no es importante, pero la
importancia también se la dan los medios informando equivocadamente sobre esos
temas, y la única persona que puede corregirlo soy yo, por eso lo hago.
Entonces hice ese proyecto, lo que estamos haciendo ahora de hacer la
pretemporada en Lezama en estas condiciones, me desprestigia mucho como
entrenador, porque soy el responsable de que las condiciones de trabajo sean
las que son. Sin embargo, tomé las previsiones para que lo que está sucediendo
no sucediera. Que yo haya tomado las previsiones, no me exime de
responsabilidad, porque finalmente las decisiones son mías y yo entiendo que el
que conduce no se justifica diciendo ‘no fue mi culpa, fue la de aquel’.
Hicimos una planificación de obras, que tenía tiempos de entrega. En esas
obras, participó una empresa de arquitectura que diseñó y controló que el
diseño se respetara, y la constructora, entonces yo habré tenido unas 30 horas
de reuniones con estas personas. Yo no tuve vacaciones. Había términos de
entrega, por eso dije que la pretemporada la hacíamos acá, que es un signo de
austeridad, de ahorro, de querer más la casa. Y uno de los términos de entrega
estaba situado para el 2 de julio. Me fui sabiendo que el 2 de julio un
segmento iba a ser entregado. A la mitad del tiempo que yo estaba fuera de
Bilbao, me anunciaron que de ese segmento, iban a cumplir sólo con el 50%, que
el resto no lo iban a cumplir. Entonces redujeron al 50% unilateralmente la
cantidad de obras que iban a entregar. Cuando llegué, iba a ver las obras y
sólo revisé el 15% de las obras. Yo acá tengo las fotos de todos los errores
con que se hizo este trabajo: no es que no se terminó, se hizo mal sabiendo que
se estaba haciendo mal. Este trabajo se hizo a la mitad del 100% que se
comprometieron a hacer, no de la totalidad del trabajo. Cuando yo llegué, me
produjo indignación, porque este es un trabajo profesional, está hecho por
empresas de renombre que reciben recompensas proporcionadas al prestigio que
tienen, y que lo habían hecho de manera incompleta y mal, sabiendo que lo
estaban haciendo mal. A mí eso me afectó mucho, porque tengo que asumir ante
los jugadores el trabajo en estas condiciones y obviamente los medios de
comunicación se encargan de resaltar lo improvisado que soy yo, y con justicia,
como no van a decir cómo hace trabajar a un plantel que vale 300.000.000 de
euros. Entonces pedí hablar con el jefe de obras: le dije, ‘mire, este trabajo
está mal hecho, y usted sabe que está mal hecho’, ‘no, falta terminarlo’, ‘no,
no falta terminarlo, lo hizo mal, y usted tiene una responsabilidad porque
tiene que controlar que se haga bien’. Se había vencido el plazo de entrega,
constaté que la tarea estaba mal hecha, los responsables de haber hecho mal la
tarea no podían ignorarlo. Son profesionales reconocidos y como es natural
exigen por sus servicios un pago proporcional a sus antecedentes. Consideré que
el club, que es quien paga la obra, estaba siendo engañado. No cumplir con lo
prometido, pero actuar como si se hubiera hecho del modo en que se estableció,
a mí entender, tiene los mismos efectos que una estafa o un robo. No había
ninguna autoridad que representara al Athletic, por lo que asumí que tenía que
hacerme cargo yo del reclamo y lo reclamé. A la persona que se presentó como el
encargado de la obra le expresé lo que anteriormente expuse, mostrándole cada
uno de los detalles que ejemplificaba mi posición. No es que faltaba terminar,
estaba mal hecho. A mi me produjo indignación que no se reconociera lo que era
evidente y comencé a expresarme de manera ofensiva con esta persona. Como no
podía ser de otro modo porque yo lo ofendí, él me contestó con la misma agresividad.
Estábamos en el vestuario donde me cambio, primero le dije que se fuera y luego
lo tomé del cuerpo y lo saqué a la fuerza del lugar. Yo a este señor no lo
respeto, porque él hizo mal su trabajo, asumió representar a la empresa en el
engaño y él sabe que el trabajo esta mal hecho. Cuando salió del lugar de donde
lo expulsé, dijo que yo lo había golpeado y que iba a reclamar por lo sucedido,
pero no hizo ninguna denuncia policial, creo que no la hizo presionado por la
empresa que trabaja o por el Athletic de Bilbao, que quería evitar todo esto.
Vista la situación, yo hice una denuncia en la cual me autoinculpo de la
cuestión, porque pienso que este hombre tiene derecho a reclamarme el trato que
le di. Siempre se juzga cuando uno se comporta como un salvaje, pero nunca se
juzga a aquel que provocó la respuesta proporcionada. Este hombre
verdaderamente estaba muy apenado por el trato que yo le di, y yo notaba que él
decía ‘voy a hacer valer mis derechos’, pero no lo hizo, entonces él tiene a
disposición una denuncia en la que me hago responsable, me autodenuncio, para
evitar que la tome él, para facilitarle sus derechos. No lo quiso recibir, lo
dejé en el estudio de arquitectura, y lo deje en el club también. Gracias a
Dios después encontré al responsable de todo esto, y le pude decir lo que le
había dicho al empleado. Considero lo que hicieron como una estafa, un robo y
un engaño. Dijeron que faltaba terminarlo, y no faltaba terminarlo, estaba mal
hecho en todos los niveles: de diseño, de construcción y de ejecución. He leído
que yo cambio los planes constantemente, frente a eso le digo que es cierto que
hay que cambiar constantemente el diseño, ¿sabe por qué? Porque quienes están
diseñando esta obra, nunca diseñaron obras de esta naturaleza, y nunca hicieron
lo suficiente. Cuando empezó la obra les digo ‘junten 5.000 fotos de
instalaciones de esta naturaleza, porque el funcionamiento, las articulaciones
entre diferentes núcleos…’ Le doy un ejemplo: un gimnasio tiene que estar entre
el campo de juego y el vestidor, para que el jugador funcione
vestuario-gimnasio-campo de juego, campo de juego-gimnasio, vestuario. ¿Cómo lo
aprendí a eso? Zanetti es un jugador que no se ha lesionado nunca en su vida,
el único que lo lesionó fui yo una vez en Brasil en donde tuvo una lesión de
aductores. Y él siempre me decía: ‘cuando salgo del vestuario, paso por el
gimnasio y hago una rutina de prevención de lesiones, y cuando vuelvo del
campo, paso por el gimnasio y hago la misma rutina. El problema fue cuando me
sacaron el gimnasio del medio’. Eso es un ejemplo, de que esto de la
construcción de las instalaciones deportivas tiene secretos que tienen que ver
con el funcionamiento. Ninguna decisión fue mía, en cuanto a cambios”
“No me sometí al procedimiento de
hacerlo rápido pero mal, y defendí los intereses del Athletic. Esos cambios
constantes, tienen que ver con mi preocupación porque se respeten los intereses
de la institución para la que trabajo”
“A la fuerza: júzgueme como un
salvaje. Así actué yo. Pero ya está resuelto, no internamente porque nunca me
lo voy a perdonar, está resuelto porque ya me hice responsable yo de esa
situación. Lo único que tiene que hacer es llevar adelante el reconocimiento de
sus derechos, que creo que los tiene. Opino lo peor de esa persona, porque
profesionalmente y humanamente sabía que estaba haciendo las cosas mal y trató
de engañarme, de engañar al club… Fue la herramienta que utilizó la empresa
para engañar al club. Yo no lo permití”
“Nunca pedí vivir en Lezama”
“El que manda, una vez que toma
las decisiones, cuando las decisiones no producen el efecto deseado, no puedo
decir: ‘esto no pasó porque vos que dijiste que ibas a hacer tal cosa no las
hiciste’. De eso se trata mandar, de hacerse cargo de las cosas que uno tomó
como su propia responsabilidad”
“Voy midiendo a través de los
medios de comunicación, las repercusiones que se generan. Todas las cosas con
las que se está interpretando esto, no surgen de mí. Surgen o de los que lo
hicieron mal, o de los que no controlaran que lo hicieran bien, y me dejaran a
mí en la posición de controlar. Entonces todas esas personas van poniendo en
boca de todos ustedes, lo que ustedes dicen sin aclarar quien lo dijo. Ese
procedimiento usted lo conoce a la perfección…”
“La medida que toma la empresa
es: como hemos actuado como hemos actuado, mañana no venimos a trabajar”
“Lo que hago, es lo que me pide
el cuerpo: nada más. Yo estaba aquí, esto era un atropello y me negué a
permitirlo. Los responsables han convalidado que tengo la razón, los bien
intencionados, los que fueron herramientas menos comprometidas”
“¿Quién va a ser el responsable
que un equipo no tenga las respuestas si no es el que lo conduce? Como yo
cuando ejerzo la conducción, la ejerzo en su totalidad, me hago cargo de las
consecuencias negativas en su totalidad. Pero claro… estos no son futbolistas,
son empresas y mi indignación es diferente: tengo otro tipo de reacciones.
Cuando yo vi, me hice esta pregunta: ¿qué habrá pasado? ¿No hemos crecido lo
suficiente o no estamos a la altura de semejante desafío? Es la pregunta que se
hicieron todos. Yo elegí que todavía no maduramos, que hay cosas por
desarrollar”
“Como siempre fue en mi vida,
antes de pedir trato de dar, porque dando es mucho mas fácil pedir. Una de las
cosas que quería dar, era mejorar las condiciones de trabajo: vamos a
parecernos cada vez más a los mejores equipos del mundo”
“Tengo un muy mal concepto del
periodismo, y muy mal concepto de los periodistas como colectivo. Peor concepto
tengo de los entrenadores para que se quede tranquilo, y el primer ejemplo soy
yo”
“Usted verá que me estoy
sirvieron del periodismo: me parece indispensable hablar con la gente”
“Cuando me equivoco voy y me hago
cargo legalmente de lo que hago. Cuando me equivoco, me lo recuerdan los seres
que quiero y que me respetan, siempre necesito ser contenido, como todos los
seres humanos, pero me contienen mis seres queridos, no el presidente del
Athletic”
“Yo soy incapaz de decir una
mentira: las he dicho miles de veces, pero en esta conversación no he dicho
nada que no sea cierto”
“El Athletic tiene jugadores,
como por ejemplo Javi Martínez. Un día en el campo, Javi Martínez apoyó el pie,
y el pie quedó fijo en el barro y él giró. Exactamente lo que genera la lesión
más temida por los futbolistas. Tomé en tiempo y en forma todas las medidas que
corresponden, y lo puedo certificar, para que ese campo estuviera terminado en
el momento adecuado”
“No voy a ofender más a nadie, y
hay verdades que aprendí a evitarlas porque dichas de manera contundente,
terminan ofendiendo”
“Me equivoco, pero siempre me
equivoco porque no sé, pero no porque no hice”
“Todos los obsesivos no merecen
ser bien catalogados, eso se lo digo para siempre…”
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