Valores y convicciones


"Como todos, pierdo mucho más que lo que gano. Entonces esa identificación del ganador de turno con los valores es una trampa, una gran trampa"

"Pagarle más al jugador en busca de que rinda más es una forma de pervertirlo"

"Son mucho más importantes los principios que las conveniencias deportivas. Los equipos con principios terminan a la larga siendo mejores deportivamente"

"El fútbol necesita que el jugador tenga una alta autoestima, pero la autoestima lleva a la vanidad y la vanidad te hace egoísta. El entrenador debe aprender a controlar eso dentro de un grupo y encontrar un balance"

“Si algún día tuviera que analizar a un entrenador, prescindiría del resultado, examinaría el método"

"Si quien llega primero tomando atajos no sufre la condena dentro del grupo, ese equipo está enfermo. Aplica también a la sociedad"

"Creo verdaderamente que esta condición de conducir no es muy diferente a la que lleva un padre de familia. Yo, sinceramente, digo que tiene mucho más que ver con la repercusión de lo que hacemos que con lo que hacemos verdaderamente. Es decir: nos ponen a nosotros aquí por los antecedentes, por la repercusión, porque a todo el mundo le gusta el fútbol. El fútbol está encarnado en el ser de los argentinos, pero un padre de familia también administra las emociones del grupo que dirige, de sus hijos, de su esposa, del resto que confluyen en la familia, por lo cual lo que les cuente también puede ser vinculado con cada uno de ustedes"

"Todo lo que les pueda decir lo leí en algún lado. Nada de lo que les diga tiene que ver directamente conmigo. De hecho, ´En el individuo está la fuerza del equipo´ es el título de la charla y es una frase que mi hermana me comentó que la dijo Jorge Valdano. Y yo adhiero a eso"

"Quienes ejecutamos esta profesión no podemos permitir que se gane de cualquier manera"

"Cuando el futbolista queda tan obligado a ganar como sea, tarde o temprano se pervierte"

"El excesivo intervencionismo termina por joder al jugador"

"Nosotros deberíamos aclararle a la mayoría que el éxito es una excepción. Los seres humanos de vez en cuando triunfan. Pero habitualmente desarrollan, combaten, se esfuerzan, y ganan de vez en cuando. Muy de vez en cuando"

“¿Por qué le voy a dar una entrevista a un tipo poderoso y se la voy a negar a un pequeño reportero de provincias? ¿Por qué voy a acudir a una emisora líder cada vez que me llame y en cambio jamás a una pequeña radio del interior? ¿Cuál es el criterio para hacer una cosa así? ¿Mi propio interés? Eso es ventajismo”

"El fútbol puede prescindir de todo: va a seguir viviendo sin entrenadores, sin dirigentes, sin futbolistas, sin espectadores. Pero no puede seguir viviendo sin escudo. Porque el escudo es el que emociona. Todo lo que el fútbol genera, lo genera porque hay un afán de captar la emoción del que llora porque el equipo gana o pierde”

"El espectador es un tipo que mira y disfruta (o no) según la belleza de lo que se le ofrece. El hincha es otra cosa. Por eso digo que en el fútbol, lo único insustituible son los hinchas. Siento una gran atracción por las hinchadas. Me enojo cuando voy a la cancha con gente que no me ayuda a descifrar los cantitos"

"El fútbol es del que quiere al club. Ese es el corazón de esta actividad. El fútbol es de la gente. Pero Segovia dice que le gente no vota"

"Nosotros nos resistimos a invertir en aquello que no se percibe inmediatamente. Yo puse mucho esfuerzo y lo puse por vocación"

"Cuando llegué a Chile no había nada. Ahora que hay futbolistas en Europa, auspiciantes y triunfos, aparece la codicia"

"En Chile aprendí el valor de la moderación. Soy argentino y los argentinos somos exaltados, nos guían el impulso y la emoción"

"A mí me cuesta mucho tomar decisiones. Con el paso del tiempo y a contra mano de lo que todos piensan, yo no logré poder tomar decisiones fácilmente. Yo siempre busco ayuda”

"Todo lo que pienso lo leí. Vi que lo que yo pensaba era lo mismo que decía mucha gente: los especialistas y la gente de la calle"

"¿Qué valoro de lo que me tocó vivir? Que despertó mi vocación, puso en juego los aspectos que tienen que ver con la vocación: uno lo hace por más que no sea necesario, lo hace porque le produce felicidad. Dirigir a Chile me despertó amor por la tarea, amor por la vocación. Valoro haber sido liderado por una conducción que despertó lo mejor que tiene este ser humano: el amor por la vocación"

"Generalmente, trabajamos más para enojar a quienes nos atacan, que para alegrar a quienes nos apoyan. En Chile me pasó esto último"

"Yo no voy a trabajar bajo la conducción del Sr. Segovia, es imposible pensarlo. Yo se que no debo tomar partido por mi empleador, pero sí necesito que coincidamos respecto a la tarea que vamos a hacer en común"

"Pase lo que pase en la elección de mañana, habré actuado como entiendo que debo actuar"

"He sido inmensa e injustamente querido aquí. Pellegrini dice bien: yo no inventé el fútbol ni soy Dios. El fútbol va a seguir conmigo y sin mí. Y no es falsa modestia"

"El fútbol es de la gente. Pero Segovia dice que la gente no vota. Entonces un proyecto que excluye a los destinatarios, ¿es democrático? Me importa que se interprete como fascista a aquel que ofrece una grieta para quienes gobiernan el fútbol: los hinchas"

"El fútbol es el primer deporte del mundo, es el deporte más atractivo para todos los continentes. Si yo tuviera que decir por qué sucede eso, es porque no siempre ganan los poderosos"

“Estar en un mundial para cualquier hombre de fútbol es una sensación de mucho peso. A nadie que se dedique a esta profesión y la quiera puede resultarle indiferente. A mi me conmueve como a cualquiera de los que estamos aquí”

"Para mí lo más importante es la comunicación. Dependo de la palabra. La comunicación es muy importante y tiene que ver mucho con la jerarquía. El técnico tiene que tener un aspecto único y no hacer sentir al futbolista como un igual"

"Te dicen que sos un tarado por no tener un plasma y más cuando se va a jugar un Mundial. Cuando el televisor te lo venden en cien cuotas, no saben tampoco si vos lo vas a poder pagar. Las dos partes se engañan. Con una diferencia: cuando se venden todos los televisores en 100 cuotas, se gana el 20 por ciento, entonces todos los demás están en condiciones de arriesgar, porque ya pagaron el televisor y ya ganaron. Pero cuando alguien dice: mirá, en vez de pagarlo en 100 cuotas, que es un robo, robalo. Porque otro hizo el trabajo sucio, quebró la vidriera y sacó el candado. La gente entra y lo saca, no porque sean malos, sino porque han sido empujados a esa cuestión. No podemos situarnos en una posición en que yo soy el bueno y todos los demás son los malos, sin que la crítica y el resentimiento nos ganen, porque yo soy el único que batalla, porque soy el único perfecto. Si hubiera podido, me robaba el plasma. ¿Saben por qué yo me lo robaba? Porque yo estaba en Pinto Durán, había un televisor Sony, que yo no lo había pagado. Era de la Federación, un regalo, y yo estaba preocupado por si se caía. Y no era ni mío. ¿Qué quiere decir eso? Que, haciendo la proyección, hubiera robado porque con todo lo que tengo materialmente, estaba preocupado por un televisor que no pagué. ¿Cómo un tipo medio, de a pie, como se dice aquí, no hubiera robado?
No hay que justificar ni satanizar. Hay que tomar conciencia de implementar un cambio. Hay que tener autocrítica para mejorar"

“El arma suya como periodistas es la palabra escrita. Mi arma es la palabra hablada. Yo uso cincuenta frases para redondear una idea y después ustedes tienen que ponerla en una línea. Eso a mí siempre me aterroriza, quizás porque no sé escribir. Lo que odio es cuando no aciertan en la transcripción. Prefiero que nadie me conozca a que me conozcan equivocadamente”

“Soy especial: me importa mucho la opinión del otro, y en ocasiones me causa mucho daño lo que lleguen a pensar de mí. Por eso también me trauma tanto dirigir: porque es un acto público y me expongo cada vez que mi equipo sale a la cancha. No me gusta que me odien o que me insulten; o siquiera que me interpreten mal”

"Nunca me dejé tentar por los elogios. Los elogios en el fútbol son de una hipocresía absoluta. El fútbol está concebido así, tiene que haber o una gran alegría o una gran tristeza. Derrota o victoria, sangre o aplauso son valores muy caros al ser humano. Entonces, en el fracaso sufro mucho la injusticia del trato, no logré nunca dominar eso. Siempre sufro mucho cuando perdemos y cuando soy maltratado, pero sí logré no creerme la duración del éxito. Como no se revisa por qué ganaste, da lo mismo, te adulan por haber ganado no porque mereciste ganar, por el recurso por el que ganaste, entonces tuve claro siempre que esa franela, porque ése es el término, es impostora"


"No permitan que el fracaso les deteriore la autoestima. Cuando ganás, el mensaje de admiración es tan confuso, te estimula tanto el amor hacia uno mismo y eso deforma tanto. Y cuando perdés sucede todo lo contrario, hay una tendencia morbosa a desprestigiarte, a ofenderte, sólo porque perdiste. En cualquier tarea se puede ganar o perder, lo importante es la nobleza de los recursos utilizados, eso sí es lo importante; lo importante es el tránsito, la dignidad con que recorrí el camino en la búsqueda del objetivo. Lo otro es cuento para vendernos una realidad que no es tal"

"Estoy absolutamente convencido de que la fama y el dinero son valores intrascendentes. Pasa que claro, nos los describen con un peso tan significativo que parecería imposible resistirse a valorarlos. Creo que el espíritu amateur, el amor hacia la tarea, es lo único que vuelve satisfactorio el tránsito por el trabajo; cuando observo de qué manera son descriptos hacia el público las celebridades, los ídolos, lamento muchísimo que se jerarquicen esos tipos de cosas, que se los describan millonarios, que se los describan famosos, que se los describan extraídos de la realidad social, fuera del contacto con la gente común. Sí estoy convencido de una cosa: fui feliz cuando disfruté del amateurismo, fui feliz cuando crecí enamorado de mi trabajo. Yo tengo un profundo amor por el fútbol, por el juego, por la esquina, por el baldío, por el picado, por la pelota. Y desprecio todo lo añadido, todo lo que le fueron agregando para convertirlo extrañamente en deseado. Para explicar un poquito mejor esto, sé que la alegría de un triunfo en un partido dura cinco minutos, termina el partido y hay una sensación de efervescencia, una sensación de la adrenalina al tope que genera excitación y felicidad. Pero son apenas cinco minutos y después hay un vacío enorme y grandísimo. Y una soledad indescriptible"

"Me piden que haga conferencias más seguido. ¿Para qué? Para que me humillen y digan que hablo cuatro horas, y que las cosas que digo no le importan a nadie. Para que me humillen cuando publican que vienen treinta periodistas y que a medida que pasa el tiempo no va quedando nadie porque se cansan, se aburren y se van"

"Uno debe querer a quien conduce. Por eso hay que incluir al que no protagoniza y entender que los rebeldes no nos desafían, sino que simplemente están informándonos. Lo que no podemos permitir es que (los jugadores) dejen de luchar. El desborde, el desorden, lo que pase está admitido. Los choques, los bailes. Lo que no está permitido es que dejen de luchar. Si luchan por el objetivo de todos, merecen estar"

"La relación éxito y fracaso ha sido fundamental en mi vida, pero el éxito y la felicidad no funcionan como sinónimos"

"El liderazgo se ve en la derrota y el conductor solo es bueno si ha superado la adversidad. Las operaciones y los cambios se hacen en la victoria, no en la derrota. La adversidad es el momento de observación de las cosas"

"En Argentina, lo que le pasa al equipo incide mucho en la vida del hincha, ¿entendés? Si el cuadro gana, el hincha se euforiza en su vida personal, particular. Si el equipo pierde, se deprime proporcionalmente, afectando todas sus actividades. Entonces, eso hace que perder o ganar sea muy importante y esa presión se acumula finalmente encima del entrenador. Cuando vivís presionado por esa vorágine resulta que vos, como técnico, terminas pagándolo con algún desequilibrio en tu vida personal”

“Yo soy muy feliz haciendo lo que estoy haciendo. Es un juego. La gran ilusión que tenemos es producir resultados a través de un comportamiento que estéticamente valga la pena. Para mí es nada más que eso. Nada más y todo eso, ¿no? Nada más en el sentido de que no hay por qué vivir esto de otra manera que no sea satisfactoria, placentera. Vamos a jugar al fútbol, Argentina posee jugadores destacados, sabemos que estamos más cerca del objetivo que es ganar, si jugamos bien. De donde usted lo mire le puede agregar un montón de condicionamientos a esto. Son mensajes que tienen origen diferente al espíritu del deporte. Pero éste es el mejor escenario para que esto no sea profesional. Esto es deportivo. Entonces, es el mejor escenario para quitarle los subproductos indeseados que tiene el profesionalismo y disfrutar el deporte”

“Si algo ha obstaculizado la comunicación con la gente, ha sido el negocio periodístico”

"Uno vive y necesariamente necesita jerarquizar virtudes, decir éstas son las virtudes que rescato en los demás y quisiera para mí, que respeto, que valoro. A mí el deporte me dio ese parámetro. Yo aprendí por el deporte que la generosidad era mejor que la indiferencia, aprendí el valor de la significación del coraje, aprendí la importancia del esfuerzo y aprendí lo trascendente de la rebeldía. Son los tres o cuatro elementos con que yo después traté de orientar mi vida. No necesariamente tienen que ser ellas las elegidas, pero sí es indispensable que uno sepa cuáles son las virtudes alrededor de las cuáles quiere vivir"

“Un hombre con ideas nuevas es un loco, hasta que sus ideas triunfan”

“Denle ese mensaje a la gente, a los ignorantes díganle: el que pierde es un inútil, porque así está planteado”

"No ganar y ganar no es lo mismo, pero ningún éxito inmuniza"

"Un entrenador no es mejor por sus resultados ni por su estilo, modelo o identidad. Lo que tiene valor es la hondura del proyecto, los argumentos que lo sostienen, el desarrollo de la idea. No hay que juzgar la idea, sino el sustento. Yo puedo valorar proyectos antagónicos. Lo que nunca se puede hacer es sustituir las convicciones"

"Parece que como perdimos no tenemos más derecho a nada. Yo tuve la suerte de que me renovaran el contrato, lo agradezco, lo celebro y lo valoro. Es el mayor éxito de mi carrera deportiva. Es un reconocimiento en el fracaso"

"Acepto que soy el responsable, pero no soy un inútil"

"Una porción de la prensa considera que al conjunto que perdió hay que destruirlo y buscar argumentos para que quede como inútil”


"Lo mejor del ser humano sale cuando el éxito nos abandona. Por eso, este tipo de actividades me asusta, me asusta dejarme seducir por la admiración, porque sé de antemano que es inmerecido".

"Nada de lo que diga es algo que no se le haya escuchado a alguien antes".

"El que lidera siempre lo hace presentando virtudes, a las que hay que respetar. Debe proponer virtudes que nadie puede rechazar, pues su rol es armonizar, no dividir".

"Las grandes inversiones deben ser en los momentos de prosperidad. En la adversidad nunca debe haber un momento de cambio. En la debilidad todos opinan, y uno se preocupa demasiado de los pedidos de alrededor. En la prosperidad hay que invertir para pasar el invierno".

"El líder necesita ser querido para ganar, no ser querido porque ganó".

"Usualmente, las licencias se les dan a los mejores y a los peores se les exige. Yo no estoy de acuerdo. A los mejores hay que exigirles. Siempre hay que estar dispuesto a sacrificar a los más importantes para que no se consideren imprescindibles".

"Para mí, la confianza es un sinónimo de relajación. Yo prefiero el miedo, porque te obliga a estar atento”

"Todo está permitido, menos dejar de luchar".

"El conductor es bueno si ha sufrido la adversidad"

“El liderazgo está directamente relacionado con la derrota. Porque es ahí cuando se verifica la consistencia del conductor. Una de las claves que tiene que tener un líder, es que necesita ser querido para ganar, y no ganar para ser querido"

"Desde afuera, el mensaje es absolutamente inverso. Uno tiene que estar dispuesto siempre a sacrificar al jugador más importante. Claro que hay jugadores que son muchos más importantes que el resto, pero si uno remarca eso, la colectividad se derrumba. La vanidad de los futbolistas es un tema que no hay que atacar, sino que hay que manejar. Si hay alguien que ataca eso, está profundamente equivocado"

"Las evaluaciones hay que hacerlas con la totalidad de los datos"

“Un entrenador qué debería hacer, ¿habilitar los entrenamientos o hacerlos privados? La respuesta es obvia: hacerlos privados. Si uno los hace privados, sabe que lastima profesiones ajenas pero protege la propia”

“¿Yo querría hacerle una broma a (Alexis) Sánchez, sobre un aspecto de su vida personal, sabiendo que eso iba a ser publicado? ¿Usted cree que me gustaría? No, ¿no es cierto? Sirve eso para decir: ‘mire, a veces cuando uno aspira a la privacidad, no es un capricho de profesiones enfrentadas’”

“El constante juego de los medios de comunicación: reclamarte lo contrario a lo que hiciste. Es parte de un negocio perverso, que ustedes (por los periodistas) conocen a la perfección”

“La barbarie, ¿sabe cuál es? La barbarie es decir: ‘te voy a mirar por el ojo de la cerradura, te guste o no te guste, y lo voy a hacer tantas veces hasta que te enojes’. La barbarie es invadir tanto la privacidad de una persona, hasta que la persona reaccione”

“Los elogios debilitan, sobre todo cuando son exagerados y describen como definitivas las circunstancias que son parciales”

“Los elogios son desmedidos y exagerados porque no se corresponden con lo que este equipo debe lograr”

“A veces, uno provoca cosas que no desea”

“Hay que tener grandeza para tolerar la injusticia de un resultado"

“Lo posible, ya está hecho. Lo imposible, lo estamos haciendo. Para milagros, necesitamos tiempo”

"La verdad, es la verdad del que tiene el poder. No es que no haya posibilidades de expresarse en disidencia, pero ustedes (por los periodistas) saben que cuando una verdad ocupa una décima parte de la hoja del periódico, y el 90% la ocupa ‘otra’ verdad, la verdad del poder es la que gana, no se comparan las dos verdades. Hay una verdad, y la verdad contraria, una el 10% y otra el 90%. ¿Qué es cierto? Lo que es mentira. ¿Qué cosa no se reconoce? La verdad"

“Le parecerá una frase hecha o un lugar común, pero las jerarquías se revalidan constantemente, y se alteran. Los espacios cuestan mucho imaginarlos definitivos. Y es lo que los jugadores hacen: el que está para conservar y que no para acceder. Ese es también uno de los ejes del desarrollo de los equipos. Que el que está sienta que merece estar, pero que hay otro que brega por el mismo espacio que él y que ambos pueden aspirar a lo mismo y competir lealmente”

“Los problemas no sólo desaparecen cuando uno los soluciona, sino cuando aparece otro mayor. A uno le deja de doler la cabeza, si le duele la muela. Ahora, esperemos que nos deje de doler la cabeza, sin que nos duela la muela”

“Imaginar lo que va a suceder siempre tiene mucho riesgo”

“Por prudencia, nunca me refiero a situaciones hipotéticas. Hay muchas cosas que podrían gustarme, y seguirían siendo situaciones hipotéticas, y yo evitaría referirme a esas situaciones hipotéticas”

“Sea ese el argumento, o el que fuere, siempre hay que ganar, y no recurro a alguna situación puntual para acentuar la búsqueda de la victoria porque me parece inherente a la competencia. Competir para ganar, y que no haga falta ningún agregado para estar siempre con toda la disposición en la superficie porque, de algún modo, el día que no haya argumentos parecería que no va a ser indispensable ganar y para mí siempre lo es”

“Lo que sí, mire, si uno quiere aspirar a determinada posición, lo ideal, o lo conveniente, es estar cerca de esa posición, o dentro de esa posición, lo más rápido posible. Nosotros ya hemos dado muchísimas concesiones a la búsqueda de ese objetivo y, sea por el motivo que sea, no deberíamos seguir acumulando mensajes en el sentido contrario de las genuinas aspiraciones que tiene el equipo”

“Fortalecer el patrimonio futbolístico de un equipo siempre presupone una mirada hacia el futuro más optimista”

“Siempre me parece que comparar es un poco inconveniente”

“Yo prefiero referirme a las cuestiones a las que uno está implicado, o que tiene responsabilidades. En este caso, es una cuestión ajena a nosotros y no corresponde que yo me manifieste”

“Me cuesta mucho interpretar mis decisiones y poder explicarlas y justificarlas, y con eso tengo suficiente como para entender que no debo interpretar a otros, que tienen el mismo oficio que yo, y que tendrán sus argumentos, harán sus análisis. Yo no puedo, desde afuera, involucrarme en evaluar ese tipo de cosas”

"Sobredimensionar lo obtenido no es lo conveniente"

“Disgustado presupone señalar errores o responsabilidades evitables. Uno se enoja cuando pasan cosas que se pueden evitar, y eso genera decepción”

“El exitismo, que es imaginar que va a suceder lo mejor, no es conveniente. Luchar por tratar de obtener lo que perseguimos sí, pero dar por hecho lo que no sucedió, no comparto esa mirada”

“Predeterminar, imaginar lo que va a pasar o calificarlo, son demasiadas presunciones y obviamente prefiero no participar en esa proposición”

“Hay que estar preparado para todo. Y hay que evitar lo que no nos conviene”

“Nunca imagino qué va a pasar, alrededor de algo que no poseo. Sólo hay que expresarse sobre hechos que van a suceder, no sobre los que posiblemente sucedan. Los anticipos me parecen irrespetuosos con todo lo que va a pasar mañana”

“Cuando uno empieza a hacer referencia, de manera personal, a hechos que son de todos, que son colectivos, adquiere una singularidad a lo que va a pasar que yo no quiero atribuirme. Soy una parte más de los que participamos mañana y, lo que sientan los otros, es lo que voy a sentir yo”

“Cuando hay procedimientos y recursos que vuelven innecesaria la intervención mía, me someto a los recursos y procedimientos habituales. Hay una entidad que designa y que determina. No tiene sentido ningún tipo de expresión, en este caso mía, lo que designen me va a parecer bien y nos ajustaremos a eso”

“No es que me explique mal porque siempre las confusiones confluyen alrededor del tipo de pregunta y de quienes la formulan. Usted me pregunta si hay una condición que estimula mi decisión, y yo le digo ‘mire, no hay ninguna condición que yo tenga que revisar para plantearme continuar o no en esta institución’. Y usted dice ‘ah, entonces va a seguir’. Mire… Yo escucho muy bien lo que usted dice, porque me cuido, entonces lo que usted dijo, es: ‘Cabe concluir que la decisión esta tomada’. Como usted dijo ‘cabe concluir’, le digo mire, lo peor que me puede pasar a mi en una institución de este calibre es fijarme una posición donde parece que del otro lado tienden a mí más de lo que yo tiendo al otro lado. No quiero esa posición, porque no la siento. Lo que dije en su momento es lo mismo que repito: este tipo de acuerdos se generan, y una vez que se generan se informan, no se segmentan ni se investigan del modo en que usted lo hace, porque tienen decisiones únicas. Sí o no, y cuándo se produce. Como yo ya había dicho eso en otra oportunidad, veo el abordaje que usted hace como una especie de volver a preguntar por un camino sinuoso para ver qué contesto yo, que es lo mismo que dije en su momento, no esta sujeto a ninguna condición, porque si no parecería que se dan determinadas condiciones que refleja que el club no se asemeja a lo que yo espero. Al club yo no lo conocía y lo intuí de acuerdo a lo que me dijeron. Y es mejor de lo que yo intuí”


“Este club tiene los años que tiene, el prestigio que tiene, y es descripto mundialmente del modo en el que se lo hace. ¿Usted cree que hacen falta confirmaciones de esta naturaleza para interpretar una institución que tiene la identidad que tiene? Yo creo que no. No me gusta parecer coqueteando demagógicamente con el lugar donde trabajo, pero si usted ve un millón de personas festejando un triunfo, ¿cómo evalúa un millón de personas festejando un triunfo respecto de 8.000 personas que fueron a Manchester? ¿Cómo lo evalúa? Mi conclusión es: hay antecedentes que no necesitaban de la confirmación de lo de Manchester, como para interpretar lo que es la relación del público con su camiseta. Si usted me pregunta lo de Manchester, yo le digo que para mi fue extraordinario, porque ver eso…  Aparte estaban todos juntos, atrás del arco y no pararon de gritar los 90 minutos, y había un 70% del público que no podía expresarse a raíz de que el 20% se expresó del modo en que lo hizo, ¿a quién no le conmueve una cosa así? Ahora usted me dice, ‘¿se enteró?’ No, no me enteré, porque yo veo las fotos, veo los videos, sé de qué se trata. Entonces, no quiero menos valorar eso que para mi fue extraordinario y emocionante, pero tampoco quiero decir ‘mire, no estaba enterado de que este era el comportamiento’… ¿Está bien?”

“No deberíamos difundir lo circunstancialmente exitoso si el objetivo es transmitir valores”

“La producción se mide en función de las posibilidades, no exclusivamente en función de los logros, pero nosotros estamos acostumbrados sólo a valorar a aquel que llega más arriba”

“La sabiduría de los que gobiernan es zanjar las decisiones en función de la regla que indica qué es lo que se debe hacer”

“Para mi los objetivos no se consiguen fijándolos, sino dando pasos hacia ellos, ¿no?”

“Yo siempre desconfío de mis conclusiones, nunca creo seriamente en lo que pienso, y siempre someto mi punto de vista al punto de vista de otras personas a las que considero mas calificadas que yo, para verificar si la posición que asumo frente a algo en particular es cierta o no”

“Siempre es conveniente, pero en este caso más que nunca decir lo que uno piensa o lo que uno siente. Yo vengo de haber recorrido Constitución: todo lo que vi es demoledor, pero llegué aquí lleno de esperanza porque, la gente con la que hablé, tienen un dolor latente inmenso y lacerante, pero a su vez ya están reconstruyéndose, verdaderamente reconstruyéndose. Hay un optimismo, una energía, que uno jamás puede vincularla con un dolor o un duelo tan marcado, pero cada espacio físico que veía era imposible que asimilar, y cada conversación que mantuve fue una bocanada de optimismo por el futuro de todos ustedes, porque esa gente va a reconstruir lo que perdió, seguro”

“Es muy difícil negarse a la forma en que un chico te pide presenciar el entrenamiento. No es conmigo, es con los jugadores, con la institución. Como entre comillas tengo esa posibilidad, la desarrollo”

"Messi es un jugador superior, distinto, absolutamente verificado. Y ustedes saben qué hacemos los argentinos con las personas que admiramos. Las sometemos a una cantidad de pruebas que nadie termina por pasarlas, a no ser que seas campeón del mundo, como Maradona, y que ese campeonato se obtenga en base a su genialidad"

"Como Messi no ha hecho eso, que lo hará, pasa por ese proceso. Los argentinos también expresamos el afecto conjeturando, poniendo en duda todo aquello que queremos y valoramos"

"Todo lo que signifique enfrentar puntos de vista que generen polémica en un ámbito más profundo de revisión de lo que se está discutiendo, lo trato de evitar"

“Si uno elogia a quien lo elogia, parece una amabilidad exagerada que no es aprobada”

“Evaluar y prepararse a celebrar lo que se puede conseguir antes de hacerlo es un ejercicio estéril, antipático e innecesario que nunca presagia cosas buenas. Lo ideal es estar llenos de expectativas e ilusión, pero no evaluar lo que haría si, sino hacerlo después”

“El paso del tiempo modera los excesos que todos los jóvenes tienen, que todos los principiantes tienen. Cuando empecé a entrenar era siete años más joven que ahora y era un principiante, y seguramente habré tenido en esa época algunos excesos que espero no tener ahora”

“Mi carrera ya está construida, para bien y para mal. Yo he tenido muchos más fracasos que éxitos, y los fracasos me han marcado mucho más que lo que me han distinguido los éxitos, los pocos que obtuve. Nadie se acuerda, sobre mí, algo más vinculado a Japón-Korea, que fue un fracaso deportivo grandísimo. Ya por lo peor he pasado. También sé que, en esto, protegerse no ayuda: todos finalmente perdemos, hoy, dentro de un año, ayer”

“Cuando los pedidos se originan en muchos, y el origen es el afecto, es muy difícil razonar con criterio: uno se somete a las reglas del corazón y termina aceptando lo que lógicamente te parece injusto o desmedido”


“Es tan desafortunado vincular el partido con la muerte de una persona que me resisto a la ligazón que usted propone. Usted me dice ‘repercutir’… disculpe, yo no quiero enfrentarme con su idea ni muchísimo menos degradarla. Pero no puedo responder porque usted está preguntándome si el rendimiento esta sujeto a las sensaciones que genera la muerte. No se puede responder esa pregunta. No se debe responder. No puedo vincular rendimientos con este episodio, porque este episodio es tan significativo que no debe ser emparentado con nada, y muchísimo menos con el rendimiento. Y no lo tome como una afirmación que menos valora su pregunta, pero no puedo no contestarla de otro modo. En todo caso, discúlpeme…”

“Esa es una descripción de los hechos, y ¿cuál es la pregunta? (…) Insisto, me parece que lo que suceda en el campo no es limítrofe con la cuestión. Hay cuestiones que son tan trascendentes que hacerlas limitar con aspectos que tienen que ver con el juego mismo, no se… A mi me cuesta mucho conciliar esas cosas, a lo mejor tiene sentido lo que usted dice que es lo mismo que dijo su compañero, que es decir ‘mire si usted va a desarrollar una actividad en un ambiente que esta influenciado por un hecho como la muerte de un aficionado, ¿cómo piensa que va a repercutir en el rendimiento de los jugadores?’. Si eso tiene lógica, yo me resisto a hacer la comparación, porque me parece que hacer la comparación es compatibilizar cosas o vincular cosas que relativizan mucho el significado de la muerte, porque si la muerte de un aficionado nos sirve para generar conclusiones de cómo va a repercutir ese ambiente en el rendimiento del equipo, uno dice ‘¿cómo podemos transitar este hecho por ese lado?’. ¿Me sigue lo que le quiero decir?”

“No estoy de acuerdo, respeto lo que él dice. Aparte, yo que usted, le creería más a él”

“Avanzar sobre la intimidad de un futbolista, tomando como vehículo su profesión, es un acto exagerado”

“Se pueden sacar conclusiones en un sentido o en otro: la urgencia a veces potencia y a veces precipita, según como opere”

“Estoy viejo, así que tengo que recorrer muchas imágenes. Pero acá hay mucho afecto, mucho cariño, mucho entusiasmo, y eso lo vivimos con gratitud”

"Eso tiene que ver con los usos de costumbre, con lo que se considere buena educación y la reciprocidad que establezcan las instituciones entre sí. Hay tantos elementos sociales e históricos que yo mal podría decir que es lo que corresponde. Siempre estoy a favor de reconocer a aquel que obtiene algo merecidamente, pero es un punto de vista genérico, que adaptará o no a esta circunstancia con elementos de juicio que yo no manejo”

“Uno elige el procedimiento que cree que más se acerca al éxito. Si no lo hiciéramos no será porque no lo hayamos planeado de ese modo, sino porque hay imponderables que uno no maneja. No siempre las intenciones se corresponden con los logros”

"Quiero insistir con que mucho mejor es ser prestigioso que popular, que mucho más importante es el recorrido con el que uno llega a un lugar que el éxito o no que se obtenga en la búsqueda, que los hechos son mucho más significativos que las palabras, que demostrar es mucho más importante que hablar, que hay que permitir que ingrese la información que riega nuestra parte noble y evitar que ingrese la información que estimula nuestros bajos instintos."

“Hay elaboraciones que son absolutamente personales. Yo transmito lo que a mí me parece, no lo impongo ni lo derramo sobre los futbolistas porque hay aspectos que son independientes y hay que respetar lo que uno siente. Si me guío por lo que observé, hay mucho dolor”

“Disfruté de Pelé, de Maradona, y disfruto de Messi. Participar de comparaciones me parece que no tiene como objetivo engrandecer al elegido, sino empequeñecer al descartado. Los tres son admirables”

“Lo felicité por un eslabón más de una obra magnífica e inolvidable que es su equipo”


“Nosotros terminamos de competir el día 25. El 26 me reuní con el presidente del club, quedamos en que iba a contestarle en el curso de una semana: en vez de hacerlo al otro sábado lo hice el domingo. El acuerdo económico fue instantáneo, no consumimos ni un minuto en ese aspecto, y todos los demás puntos que evalué tuvieron que ver con la construcción de un plan de trabajo que permitiera desarrollar con ilusión y perspectiva los compromisos de la temporada 2012/13. Ese plan de trabajo yo lo propuse, pero no lo impuse. De hecho, cada elemento que compuso ese proyecto, lo acompañé con la siguiente pregunta: ¿Si yo no fuera el entrenador, igual el club tomaría esta decisión?”

“Por la dimensión que tiene el club, y por mi dimensión de entrenador, no le puse condiciones al club. Les dije: ‘a mi me gustaría hacer esto, ¿al club le gusta lo mismo que a mi? Hagámoslo juntos’. Si el club tiene otro proyecto distinto, coméntenmelo y yo opinaré sobre la conveniencia de que sea yo quien lo encabece, pero siempre situé a la institución por delante mio. Si un profesional le pone condiciones a la institución, no quiero ser yo, porque mi estatura como entrenador no me permite sentirme comodo poniéndole condiciones, o hace esto o sino no pertenezco, ¿me entiende lo que le quiero decir?”

“Cuando yo diseñé el proyecto que me interesaba desarrollar en el Athletic de Bilbao, consideré que acabábamos de terminar una temporada de casi 70 o más partidos, considerando los amistosos. Soy una persona que, por mi intervención en relación al equipo, termino intoxicándolo. Tengo una vinculación muy invasiva, y considero eso un exceso de mi parte, pero me constituye como entrenador. Entonces quise desarrollar un programa que oxigenara esa relación que establecí durante un año con este grupo de jugadores que tanto aportó tolerando mis exigencias. Una de las cosas que quise acentuar es la calidad del servicio que recibe el jugador para el desarrollo de sus actividades profesionales durante la semana. Entonces propuse un plan de remodelación de instalaciones de Lezama, absolutamente austero, y con pretensiones de mínima. Siempre llevo conmigo una foto de unos chicos africanos que están jugando al pool en una mesa hecha de barro, donde las bolas están hechas de pasto y donde los palos, los tacos, son varillas afinadas. Entonces eso lo tengo porque cada vez que me toca dar una charla, los que escuchan inmediatamente dicen: ‘los planes que usted propone no los podemos desarrollar por ausencia de recursos’. Y yo, para evitarme palabras y explicaciones, saco la foto y digo: ‘estos chicos juegan al villar de este modo’. Por lo cual considero que todo se puede hacer proporcionadamente. A mí me tocó trabajar en el centro de AFA, que difícilmente haya uno mejor en el mundo que ese –viniendo de un argentino- y me tocó trabajar en Chile donde lo hicimos de la manera más austera posible. Entonces, planifiqué cómo podíamos mejorar las instalaciones de Lezama. Esto va para largo, discúlpeme, es proporcional a los errores con los que se han interpretado mis intervenciones, me siento muy incómodo extendiéndome en algo que no es importante, pero la importancia también se la dan los medios informando equivocadamente sobre esos temas, y la única persona que puede corregirlo soy yo, por eso lo hago. Entonces hice ese proyecto, lo que estamos haciendo ahora de hacer la pretemporada en Lezama en estas condiciones, me desprestigia mucho como entrenador, porque soy el responsable de que las condiciones de trabajo sean las que son. Sin embargo, tomé las previsiones para que lo que está sucediendo no sucediera. Que yo haya tomado las previsiones, no me exime de responsabilidad, porque finalmente las decisiones son mías y yo entiendo que el que conduce no se justifica diciendo ‘no fue mi culpa, fue la de aquel’. Hicimos una planificación de obras, que tenía tiempos de entrega. En esas obras, participó una empresa de arquitectura que diseñó y controló que el diseño se respetara, y la constructora, entonces yo habré tenido unas 30 horas de reuniones con estas personas. Yo no tuve vacaciones. Había términos de entrega, por eso dije que la pretemporada la hacíamos acá, que es un signo de austeridad, de ahorro, de querer más la casa. Y uno de los términos de entrega estaba situado para el 2 de julio. Me fui sabiendo que el 2 de julio un segmento iba a ser entregado. A la mitad del tiempo que yo estaba fuera de Bilbao, me anunciaron que de ese segmento, iban a cumplir sólo con el 50%, que el resto no lo iban a cumplir. Entonces redujeron al 50% unilateralmente la cantidad de obras que iban a entregar. Cuando llegué, iba a ver las obras y sólo revisé el 15% de las obras. Yo acá tengo las fotos de todos los errores con que se hizo este trabajo: no es que no se terminó, se hizo mal sabiendo que se estaba haciendo mal. Este trabajo se hizo a la mitad del 100% que se comprometieron a hacer, no de la totalidad del trabajo. Cuando yo llegué, me produjo indignación, porque este es un trabajo profesional, está hecho por empresas de renombre que reciben recompensas proporcionadas al prestigio que tienen, y que lo habían hecho de manera incompleta y mal, sabiendo que lo estaban haciendo mal. A mí eso me afectó mucho, porque tengo que asumir ante los jugadores el trabajo en estas condiciones y obviamente los medios de comunicación se encargan de resaltar lo improvisado que soy yo, y con justicia, como no van a decir cómo hace trabajar a un plantel que vale 300.000.000 de euros. Entonces pedí hablar con el jefe de obras: le dije, ‘mire, este trabajo está mal hecho, y usted sabe que está mal hecho’, ‘no, falta terminarlo’, ‘no, no falta terminarlo, lo hizo mal, y usted tiene una responsabilidad porque tiene que controlar que se haga bien’. Se había vencido el plazo de entrega, constaté que la tarea estaba mal hecha, los responsables de haber hecho mal la tarea no podían ignorarlo. Son profesionales reconocidos y como es natural exigen por sus servicios un pago proporcional a sus antecedentes. Consideré que el club, que es quien paga la obra, estaba siendo engañado. No cumplir con lo prometido, pero actuar como si se hubiera hecho del modo en que se estableció, a mí entender, tiene los mismos efectos que una estafa o un robo. No había ninguna autoridad que representara al Athletic, por lo que asumí que tenía que hacerme cargo yo del reclamo y lo reclamé. A la persona que se presentó como el encargado de la obra le expresé lo que anteriormente expuse, mostrándole cada uno de los detalles que ejemplificaba mi posición. No es que faltaba terminar, estaba mal hecho. A mi me produjo indignación que no se reconociera lo que era evidente y comencé a expresarme de manera ofensiva con esta persona. Como no podía ser de otro modo porque yo lo ofendí, él me contestó con la misma agresividad. Estábamos en el vestuario donde me cambio, primero le dije que se fuera y luego lo tomé del cuerpo y lo saqué a la fuerza del lugar. Yo a este señor no lo respeto, porque él hizo mal su trabajo, asumió representar a la empresa en el engaño y él sabe que el trabajo esta mal hecho. Cuando salió del lugar de donde lo expulsé, dijo que yo lo había golpeado y que iba a reclamar por lo sucedido, pero no hizo ninguna denuncia policial, creo que no la hizo presionado por la empresa que trabaja o por el Athletic de Bilbao, que quería evitar todo esto. Vista la situación, yo hice una denuncia en la cual me autoinculpo de la cuestión, porque pienso que este hombre tiene derecho a reclamarme el trato que le di. Siempre se juzga cuando uno se comporta como un salvaje, pero nunca se juzga a aquel que provocó la respuesta proporcionada. Este hombre verdaderamente estaba muy apenado por el trato que yo le di, y yo notaba que él decía ‘voy a hacer valer mis derechos’, pero no lo hizo, entonces él tiene a disposición una denuncia en la que me hago responsable, me autodenuncio, para evitar que la tome él, para facilitarle sus derechos. No lo quiso recibir, lo dejé en el estudio de arquitectura, y lo deje en el club también. Gracias a Dios después encontré al responsable de todo esto, y le pude decir lo que le había dicho al empleado. Considero lo que hicieron como una estafa, un robo y un engaño. Dijeron que faltaba terminarlo, y no faltaba terminarlo, estaba mal hecho en todos los niveles: de diseño, de construcción y de ejecución. He leído que yo cambio los planes constantemente, frente a eso le digo que es cierto que hay que cambiar constantemente el diseño, ¿sabe por qué? Porque quienes están diseñando esta obra, nunca diseñaron obras de esta naturaleza, y nunca hicieron lo suficiente. Cuando empezó la obra les digo ‘junten 5.000 fotos de instalaciones de esta naturaleza, porque el funcionamiento, las articulaciones entre diferentes núcleos…’ Le doy un ejemplo: un gimnasio tiene que estar entre el campo de juego y el vestidor, para que el jugador funcione vestuario-gimnasio-campo de juego, campo de juego-gimnasio, vestuario. ¿Cómo lo aprendí a eso? Zanetti es un jugador que no se ha lesionado nunca en su vida, el único que lo lesionó fui yo una vez en Brasil en donde tuvo una lesión de aductores. Y él siempre me decía: ‘cuando salgo del vestuario, paso por el gimnasio y hago una rutina de prevención de lesiones, y cuando vuelvo del campo, paso por el gimnasio y hago la misma rutina. El problema fue cuando me sacaron el gimnasio del medio’. Eso es un ejemplo, de que esto de la construcción de las instalaciones deportivas tiene secretos que tienen que ver con el funcionamiento. Ninguna decisión fue mía, en cuanto a cambios”

“No me sometí al procedimiento de hacerlo rápido pero mal, y defendí los intereses del Athletic. Esos cambios constantes, tienen que ver con mi preocupación porque se respeten los intereses de la institución para la que trabajo”

“A la fuerza: júzgueme como un salvaje. Así actué yo. Pero ya está resuelto, no internamente porque nunca me lo voy a perdonar, está resuelto porque ya me hice responsable yo de esa situación. Lo único que tiene que hacer es llevar adelante el reconocimiento de sus derechos, que creo que los tiene. Opino lo peor de esa persona, porque profesionalmente y humanamente sabía que estaba haciendo las cosas mal y trató de engañarme, de engañar al club… Fue la herramienta que utilizó la empresa para engañar al club. Yo no lo permití”

“El que manda, una vez que toma las decisiones, cuando las decisiones no producen el efecto deseado, no puedo decir: ‘esto no pasó porque vos que dijiste que ibas a hacer tal cosa no las hiciste’. De eso se trata mandar, de hacerse cargo de las cosas que uno tomó como su propia responsabilidad”

“Voy midiendo a través de los medios de comunicación, las repercusiones que se generan. Todas las cosas con las que se está interpretando esto, no surgen de mí. Surgen o de los que lo hicieron mal, o de los que no controlaran que lo hicieran bien, y me dejaran a mí en la posición de controlar. Entonces todas esas personas van poniendo en boca de todos ustedes, lo que ustedes dicen sin aclarar quien lo dijo. Ese procedimiento usted lo conoce a la perfección…”

“La medida que toma la empresa es: como hemos actuado como hemos actuado, mañana no venimos a trabajar”

“Lo que hago, es lo que me pide el cuerpo: nada más. Yo estaba aquí, esto era un atropello y me negué a permitirlo. Los responsables han convalidado que tengo la razón, los bien intencionados, los que fueron herramientas menos comprometidas”

“¿Quién va a ser el responsable que un equipo no tenga las respuestas si no es el que lo conduce? Como yo cuando ejerzo la conducción, la ejerzo en su totalidad, me hago cargo de las consecuencias negativas en su totalidad. Pero claro… estos no son futbolistas, son empresas y mi indignación es diferente: tengo otro tipo de reacciones. Cuando yo vi, me hice esta pregunta: ¿qué habrá pasado? ¿No hemos crecido lo suficiente o no estamos a la altura de semejante desafío? Es la pregunta que se hicieron todos. Yo elegí que todavía no maduramos, que hay cosas por desarrollar”

“Como siempre fue en mi vida, antes de pedir trato de dar, porque dando es mucho mas fácil pedir. Una de las cosas que quería dar, era mejorar las condiciones de trabajo: vamos a parecernos cada vez más a los mejores equipos del mundo”

“Tengo un muy mal concepto del periodismo, y muy mal concepto de los periodistas como colectivo. Peor concepto tengo de los entrenadores para que se quede tranquilo, y el primer ejemplo soy yo”

“Usted verá que me estoy sirvieron del periodismo: me parece indispensable hablar con la gente”

“Cuando me equivoco voy y me hago cargo legalmente de lo que hago. Cuando me equivoco, me lo recuerdan los seres que quiero y que me respetan, siempre necesito ser contenido, como todos los seres humanos, pero me contienen mis seres queridos, no el presidente del Athletic”

“Yo soy incapaz de decir una mentira: las he dicho miles de veces, pero en esta conversación no he dicho nada que no sea cierto”

“El Athletic tiene jugadores, como por ejemplo Javi Martínez. Un día en el campo, Javi Martínez apoyó el pie, y el pie quedó fijo en el barro y él giró. Exactamente lo que genera la lesión más temida por los futbolistas. Tomé en tiempo y en forma todas las medidas que corresponden, y lo puedo certificar, para que ese campo estuviera terminado en el momento adecuado”

“No voy a ofender más a nadie, y hay verdades que aprendí a evitarlas porque dichas de manera contundente, terminan ofendiendo”

“Me equivoco, pero siempre me equivoco porque no sé, pero no porque no hice”

“Todos los obsesivos no merecen ser bien catalogados, eso se lo digo para siempre…”

“El otro día, casualmente, una religiosa vasca que misiona en el Congo, me hizo un comentario que me pareció absolutamente aplicable a esta situación: que es una de las facultades más difíciles que tienen los seres humanos, pero que cuando la consiguen los pone en un estadío superior del comportamiento. Al recibir dolor,  al recibir decepciones, recibir ofensas o adversidades, y en vez de actuar en consecuencia, y actuar defensivamente, y rechazar y expresar el disgusto, conservarlas dentro de uno mismo y neutralizarlas. Una persona que misiona en medio de un país en guerra, tiene esa facultad, o sea, todo lo que sea mal, dolor, entra en mí y no sale de mí”

“Las especificaciones actúan comprometiendo futuras decisiones porque parece que cuando uno especifica, queda preso para siempre de lo que dice. Como yo he vivido mucho esa cierta ambigüedad que se atribuye a aquel que especifica y luego no es congruente, porque frente a situaciones parecidas toma decisiones iguales, prefiero generalizar”

“El éxito a veces produce acentuación del proyecto, y a veces produce exceso de valoración de uno mismo, y deseos de aspirar legítimamente a perspectivas mejores”

“Acá hay una lucha que es muy importante describirla. El Athletic tiene tradición, historia, comportamientos deseados, habituales, vinculación con el pasado, con una forma de proceder. Pero los tiempos no son los mismos, las realidades de la industria donde se mueve este sentimiento, industria y sentimiento, negocio y sentimiento, son muy distintos. Entonces es natural que el Athletic esté sufriendo”

“Yo fui responsable de no haber aportado. Cuando hablo de esa vanidad que nos ocupa a todos tras el éxito, también me incluyo porque yo hice un uso indebido de la verdad, un uso exagerado de la verdad. Y tan severa fue que habrá tenido que ver con esa soberbia que nos invade a todos cuando creemos que tenemos que presentar nuestros derechos con contundencia”

“En aquel momento yo estaba tratando que el club se volviera más atractivo para los jugadores, mejorando el servicio que se le daban, para que no tuvieran deseos de irse. Tan equivocado no estaba respecto de la sensación de abandono y de partida, legítima, profesional, humana y entendible, pero presente”

“El Athletic no opera con las mismas armas que operan los demás equipos que compiten en el fútbol profesional. Pero no estoy diciendo que no opera con las mismas armas porque juega con jugadores vascos, no digo eso. No opera con las mismas armas porque tiene criterios no comerciales de desarrollo en una industria que es eminentemente comercial. Con eso hay que ser considerado, no mal intencionado. Hay tratar de no castigar, no engañar, de no mentir. Y hay que ayudar que todo esto tome el cariz que le podamos dar. No tengo ningún problema de que se deprecie el proyecto porque disminuya el aporte de los jugadores más destacados, todo lo contrario”

“Tengo la mala costumbre, y lo he comprobado con el asunto de las obras, y decir lo que pienso. Yo sé que Javi Martínez y Llorente son más importantes que yo para el Athletic. En respuesta a lo que usted me dice, yo consulté con ellos si ese obstáculo era cierto y también estuve dispuesto a actuar en consecuencia. Si ellos me hubieran dicho que era un obstáculo, hubiera sabido que hacer. Yo soy muy individualista, muy personalista, sino no sería entrenador, pero también soy respetuoso del destino del proyecto que me toca encabezar”

“Entre otras cosas, a mi me pagan, vivo de esto, cobro cifras obscenas, muchos más obscenas que la mayoría de las cifras, pero tampoco voy en contra de un proyecto. Vine aquí por lo que este club significa, no voy a operar en sentido contrario”

“Creo que desperdiciamos 80 días, porque proyectar es parte del éxito. Proyectar con acierto, contemplar con acierto, imaginar lo que va a suceder, y articular respuestas prestablecidas, es parte del éxito. Nosotros imaginamos una realidad que en este momento sería absurdo no reconocer que está desvirtuada, porque todos los días se agrega una dificultad diferente a lo que estamos llevando a cabo. Eso no quiere decir que no podamos intentar con muchísima ilusión y entusiasmo lo que esperan de nosotros. Lo que no podemos hacer es seguir ignorando la situación”

“La desinformación es un elemento que separa, disuelve, en vez de construir. Sobre todo la desinformación cuando tiene objetivos, no cuando es casual”

“Hay algo que sí es conmovedor, aunque suene demagógico. No puedo dejar de decir que el mensaje del público en San Mamés, en el partido contra el Betis, nos obliga a todos de manera superlativa, nos obliga a multiplicar nuestra obligación de entereza. No decir la verdad, actuar engañando, maquillando, etc., es imperdonable frente a semejante expresión de compromiso y sinceridad afectiva, y lo digo muy incómodo, porque es demagógico lo que estoy diciendo”

“¿Por qué cree que está perdida la unidad? La única muestra de perturbación intencionada es la información de El Correo de hoy, que es mal intencionada porque no es cierto, porque sabe que no es cierto, y responde a intenciones absolutamente visibles. Ni si quien es usted pero sé que lo sabe, porque me basta mirarlo a la cara. Después, no veo ningún síntoma de desunión. Le hago una pregunta, que un jugador quiera evolucionar, ¿es criticable? Que el club proteja la permanencia de un jugador, ¿es criticable? Todo lo contrario”

“Soy una persona que me importa mucho lo que los demás piensen de mí. He cometido todos los pecados habidos y por haber, pero hace mucho tiempo que trato de que no me traten de mentiroso. Para que no me traten de mentiroso trato de decir la verdad. No puedo aceptar alegremente que me traten de mentiroso, y dar por entendido que no ha pasado nada. A mí Urrutia no me trató de mentiroso, el club me trató de mentiroso. Con Urrutia no tengo problemas, creo que es una buena persona de verdad, el club me trató de mentiroso y yo no puedo no fijar posición frente a eso”

“¿Usted mantendría la misma relación con una estructura que lo califica como me calificó el Athletic a mí? Todos sabemos que los que mandan viven de la autoridad, o de la imagen de la autoridad, tanto de la autoridad genuina como de la imagen de autoridad. Si el club me desautoriza de semejante manera, lo único que puedo hacer es decir ‘yo no miento’, y asumo que me han tratado de ese modo. Pero eso no quiere decir ni que tenga problemas personales, ni que esté enamorado del trabajo que estoy haciendo. Y eso no significa de ninguna manera a que haya desunión”

“Como su pregunta apunta a descubrir un conflicto cuando se esta agotando otro, quiero dejar puntualizado que en esta situación no hay ninguna posibilidad de impulsar un conflicto nuevo porque todo esta hecho dentro de lo reglamentario, reglamento que cumplimos nosotros y que en caso similares en otros clubes no se cumplen, pero nosotros sí, y que no hay conflicto posible”

“Insisto porque normalmente las opiniones que legítimamente tienen los medios de comunicación sobre los hechos que están obligados a analizar y que a mi me toca protagonizar, quisiera consultarles a ustedes si en la explicación que yo acabo de dar, hay algún matiz que consideran criticable, anti-reglamentario, inconveniente, desvinculado con el trato que tradicionalmente el club les ha dado a sus jugadores, porque yo no quiero absorber responsabilidades como por ejemplo darle a un jugador del Athletic un trato que nunca se le ha dado: discriminación, apartado, separado, etc. Simplemente, estoy obligado a decidir quién tiene posibilidades genuinas de participar en un proyecto deportivo, y no hay jugador de futbol que no agradezca eso”

“A mi me duele mucho sentir que soy el brazo ejecutor de un tratamiento que nunca se le ha dado a los jugadores del Athletic de Bilbao. Estoy haciendo algo bien intencionado: decirle a un jugador la verdad de sus posibilidades, y tratarlo con absoluto respeto”

“Cualquier término que sectorice dentro del colectivo, es doloroso para el que queda al margen”

“Usted vio lo complicado que es el uso de los términos y no soy un especialista de poder seleccionar bien las palabras, porque el término depreciado fue un término especialmente recogido de mi ultima expresión. Pero claro, depreciado quiere decir que pierde valor, y pierde valor porque los que se van son tan importantes que los que quedan, quedan menos valorados. Entonces, uno puede decir ‘depreciado’ jerarquizando a los que se van, o ‘depreciado’ mortificando a los que se quedan. Usted vio también como la interpretación no jerarquiza a los que se van, sino que mortifican a los que se quedan”


"-          ¿Por qué no me dice usted? Porque evidentemente esa es la pregunta a la que yo apostaba, y casualmente la hace usted, por eso yo digo que usted no es desprevenido, usted sabe bien qué pregunta, por qué lo pregunta y a dónde apuesta. Usted lo que quiere decir, y dígalo como lo siente, y descríbase como se comporta… Yo tengo la obligación de desenmascarar a quien se maquilla para preguntar, y sé perfectamente porque lo escucho hace un año y fracción, qué tipo de consultas hace usted. Yo tengo todo el derecho del mundo de decir ‘mire, no me engaña’, no me dejo engañar por usted, usted no es bien intencionado…

-          Eso es una interpretación.
-          No, las interpretaciones son subjetivas en tanto y en cuanto uno no demuestre que tienen un punto de objetividad. Yo le digo sinceramente, especialmente no conozco el nombre y el medio de nadie, para mí usted es un periodista, no se ni para quien trabaja ni el grado de influencia que tienen sus opiniones en función de su repercusión y prestigio personal. Lo que sí sé es que atrás de sus preguntas hay una segunda intención que nunca manifiesta. ¿Por qué? Porque lo he escuchado mil veces preguntar, y siempre es usted quien ejecuta las preguntas mal intencionadas. ¿A dónde va usted? Vamos a decirlo claramente, así me tenia que haber preguntado usted: ¿Cómo puede ser que Koikili, Aitor Ocio, Zubiaurre, los jugadores que estuvieron apartados…? Porque usted lo que está diciendo es que yo hace un año me arrepentí y vuelvo a hacer lo mismo. Y no vuelvo a hacer lo mismo, esa es la pregunta, he profundizado el tema en los derechos que tengo yo y en las obligaciones que tengo, y puedo distribuir los jugadores y distribuir los responsables del área que conduzco, los puedo distribuir de la manera que crea más conveniente, en tanto y en cuanto eso no signifique que evidentemente, aparte de que deportivamente están excluidos, no tienen posibilidades deportivas, porque así lo decido yo, pero no por un acto de autoritarismo o soberbia, sino como una obligación de mi función que lamento mucho tener que hacerla. Yo no estoy haciendo nada incorrecto, y usted que pregunta con esa sutileza, debería preguntarme claramente qué es lo que considera de incorrecto en lo que estoy haciendo. Estoy actuando de acuerdo a mis obligaciones y a mis derechos, respetando los derechos de los futbolistas. ¿Usted opina lo contrario?
-          No estoy para opinar.
-          No, usted sí está para opinar, porque con las preguntas opinas. Lo que faltaría decir es que muy probablemente no opina porque no tiene conocimientos, porque pregunta sin saber, porque para preguntar sabiendo lo que hay que hacer es decir, mire, toda esta pregunta apunta a si yo estoy contraviniendo un reglamento o un derecho ajeno. ¿Por qué no averigua si yo estoy contraviniendo un derecho ajeno? Me quiere describir como que tenía una posición y dejo de tenerla, como inconstante en las posiciones que asumo. Mire, hay que desenmascararse. Nunca mejor aplicado el término. Todos los días un intento de que el eje deportivo salga de la cuestión… Cuando no es con jugadores que por su repercusión y calado, inevitablemente lo merecen, retomamos una situación que hace 60 días se esta planteando, y que usted la retoma hoy no casualmente. Usted no la toma hoy casualmente, usted no está distraído y dice ‘ah, me acorde de David López, de Cerrajería y de Ustaritz’, porque no se acordó en 60 días. Se acuerda ahora, porque encuentra el momento oportuno para establecer una nueva grieta en la tranquilidad que necesita un equipo. Está en todo su derecho y no ha hecho nada malo. Yo lo único que hago es contestarle no subjetivamente, más objetivamente que nunca, porque conozco perfectamente a quienes ejercen su oficio de la forma que usted la ejerce. En todos los países, en todas las ciudades, alrededor de todas las instituciones, hay muchos que actúan de manera parecida a usted, y que ejercen su oficio del modo en que usted lo ejerce, que es legítimo. ¿Bueno, algo más?
-          No era mi intención debatir…
-          ¿Cómo no va a ser su intención debatir? No debate porque no tiene conocimientos suficientes porque no se los procura como debería, pero sí debate porque genera preguntas que apuntan directamente a poner en tela de juicio la capacidad moral del que está tomando decisiones, porque cuando usted dice lo que dice, lo que esta diciendo es que moralmente no actúo como corresponde, porque abandono conceptos que rescaté en intervenciones anteriores, y aquellos conceptos que yo pedí disculpas, pareciera que pedí disculpas de hacer una cosa que vuelvo a hacer. Eso es lo que usted está diciendo. Y actué mal al principio, bien pidiendo disculpas y muy bien ahora, asumiendo la cuestión”

“Trabajo diariamente como si me fuera a quedar toda la vida, y no ignoro que puedo dejar de pertenecer mañana. Tampoco quiero alardear de fortaleza, pero es muy difícil que deje de luchar. Es mucho más probable que decidan por mí, que yo decida. Frente a la adversidad, siempre sigo luchando. Y sé hacerlo del único modo que se lucha en la adversidad: en soledad. Porque como la derrota produce sensaciones desagradables, es natural que todo el mundo tienda a distanciarse del que protagoniza la derrota. En este caso, me toca liderar a mí un proyecto que está desilusionando, y es natural que eso se viva en soledad, sin compañía. Y lo digo exactamente así: me parece natural, me parece lo normal, me parece que es lo que sucede siempre”

“El otro día un periodista me preguntó si había percibido la desaprobación por los cambios: el público no silbó los cambios, me silbó a mí. Percibí que no se silbaban mis decisiones, sino que se me silbaba a mí, como responsable de una dinámica negativa. No voy a decir que me alegro, pero me parece que se hace justicia. Siempre tuve claro que lo que había sucedido el año pasado había generado ilusión en la gente, y esto genera desilusión”

“Cuando pasó lo de las filtraciones, yo fui el más beneficiado, porque lo noté en el contacto con la gente, la gente valoraba aquella expresión mía después de una derrota, y yo sabía que esa expresión se correspondía a la intimidad, y que estaba obteniendo un reconocimiento por algo que jamás debió hacerse público, y eso es carne envenenada. Puede satisfacerte en lo inmediato, pero cualquier hombre con experiencia sabe que aquello es inmerecido, que es un robo, que uno se apodera de algo que no merece, después el destino lo pone en orden”

“En un club de fútbol, el entrenador es el más importante de la institución. ¿Por qué digo eso? Porque las autoridades de la institución moderan el poder que le otorgan al entrenador, y tienen ese error. Pero el que tramita lo más importante que tiene un club de fútbol, que es el desarrollo del equipo, es el entrenador. Entonces, dispongo del poder, evidentemente no lo usé bien sino no estaríamos en el momento en que estamos, y el público ha percibido eso”


“No presumo de ser poderoso, pero en la adversidad es cuando mayor fuerza reconozco dentro mío. Aparte, llevo toda mi vida observando a aquellos que gestionan la adversidad, que es de quienes verdaderamente se aprende. Extrañamente, todos sobre-observamos a los victoriosos, y quienes merecen ser observados son aquellos que tramitan la adversidad, así que estoy en un escenario que me es habitual, y el que he recorrido con mi cuerpo, y en cuerpo ajeno, infinidad de veces”

“De fútbol es muy poca la gente que entiende, pero es mucha la gente que opina. Entonces, cuando uno explica las situaciones que no dejan que un grupo triunfe, siempre les parece insuficiente el mensaje y siempre creen que en el mensaje hay un contenido encubierto. Pero el mensaje es muy claro, el entrenador lo que tiene que hacer es lograr que el futbolista juegue de manera proporcionada a las virtudes que posee. El que lo logra es un buen entrenador, y el que no lo logra, está fracasando. Entonces la cuestión no es de estilo, ni de organización, ni de preparación física, lo importante es que los jugadores estén cerca de su máximo potencial durante un período alargado”

“Aprendí mucho a escuchar lo que el estadio dice. ‘A lo loco se vive mejor’, nace de una parte de la hinchada que privilegia las emociones, y creo que al estadio le molestó ese apoyo, porque lo consideró inmerecido. A veces se silba un cambio, a veces silba a alguien que a criterio de la mayoría ha dejado de merecer ese apoyo. Si ilusionar merece ese reconocimiento, desilusionar merece reprobación. Esto que estoy produciendo desilusiona, y tengo que aceptar la reprobación”

“Estoy muy acostumbrado a los ataques de los medios de comunicación, entonces sé que producen este tipo de declaraciones: que yo me sitúo en una posición victimista, es decir, que me atribuyo más culpas de las que tengo”


“A mi me estimula muchísimo más la lucha por evitar la humillación y la vergüenza que la lucha por obtener el reconocimiento y la gloria, porque como no creo en el segundo aspecto, tengo muy claro a donde ubicar las energías, cómo ubicarlas, y saber qué tipo de entusiasmo hay que poner en cada una de las situaciones que a uno le toca enfrentar”

“Los apoyos preceden a los despidos. Así que me da tranquilidad que no haya señales de apoyo”

“Usted dice que el fútbol tiene leyes, que yo no ignoro. La palabra temer es una palabra que refleja las sensaciones que tienen los entrenadores frente a la adversidad, pero paralelamente, no quiero hacer ostentación de algo que no sé cuánto tiempo puede durarme, siempre tengo fortaleza cuando las cosas se tuercen”

“Es el oficio que elegí, para el que estoy preparado, formado. Se imagina que esto lo he pasado infinidad de veces. Sé de qué se trata y lo enfrento con la mayor entereza que me sea posible. Le aclaro, no me gusta hacer ostentación de fortalezas, ni de tener capacidades que después uno mismo puede o no sostener en el tiempo, pero sé de qué se trata, es mi oficio, hace 30 años que lo hago, y no es novedoso para mí”

“Yo no hago cálculos, cuentas y conclusiones para que favorezcan mi forma de ver las cosas. Yo lo que quiero es darme cuenta que mi forma de ver las cosas está equivocada. Porque si yo me doy cuenta que mi forma de ver las cosas está equivocada, actúo en consecuencia y cambio el procedimiento. Lo que no puedo es decir: voy a cambiar cualquier cosa y de cualquier manera, porque algo hay que cambiar”

“Cuando yo era chico, y vivía en un barrio, la gran novedad o logro era tener un auto, y cuanto más lujoso era el auto más reconocimiento para la familia que lo había obtenido. Pero había una distinción para nosotros, el reconocimiento a la familia era en función de qué había hecho para conseguir ese auto. Había familias que trabajan padres e hijos y se compraban un Seat. Y había familias que se ganaban la lotería y se compraban un Mercedes Benz. Y nosotros valorábamos al que trabajaba mucho y se había comprado el Seat. Le doy ese ejemplo porque a partir de ahí aprendí que no se evalúa lo conseguido sino lo merecido. Primero hay que ver si el medio está de acuerdo con que se evalúe lo merecido y no lo conseguido, la respuesta es no”

“Cuando uno tiene que cotejar sus opiniones con un abanico tan grande de gente que evalúa sobre lo que uno hace, tiene que tomar un parámetro. El parámetro no es a partir de la coincidencia, sino a partir de las divergencias. Las coincidencias uno no las explica, no las profundiza, no las recorre. Las divergencias sí”

“Yo cometí un error muy serio aquí, que fue el altercado de las obras, y quiero dejar claro, reiterar mi procedimiento en esa cuestión. Protagonicé el incidente que tuve con quien representó en ese momento a la empresa. Obviamente fue inmerecido y fue una repercusión sobre el más débil. Cuando tomé consciencia que había actuado operando sobre el más débil fui y busqué al verdadero responsable, y le dije delante de este hombre: “Me la agarré con este hombre que no tiene la culpa, pero el verdadero responsable sos vos”. Después, fui e hice la denuncia que le permitía tanto a la empresa como al empleado actuar judicialmente con todos los derechos sobre mí. Antes de hacer la conferencia de prensa le pedí al presidente que me acompañara y le expliqué lo que iba a decir. Por supuesto, no lo haría de nuevo. Yo dije toda la verdad, pero hace mucho que sé que decir la verdad no justifica hablar. La verdad debe ser dicha cuando uno tiene el rol de conductor si el efecto de decirlo mejora al colectivo, no si mejora a quien lo dice. Yo digo muchas menos cosas de las que conozco y las que sé, y hay muchas verdades que no expreso justamente porque uno tiene que decir la verdad no para que la verdad que diga mejore mi imagen sino para que mejore el colectivo, responda a los intereses de todos. Cuando dije lo de las obras, todo lo que dije es verdad, es cierto. Pero no mejoré, con esa frontalidad y sinceridad, las necesidades de todos. Ese es el único punto ético de comportamiento que yo lamento, y lo refresco en este momento para volver a precisar ese error de comportamiento”

“Cuando uno tiene el poder no puede argumentar que no ha resuelto las cuestiones que se resuelven con el poder que se le asignan. Mi gestión me hace sentir orgulloso de lo que hice: lo que me tocó resolver era de difícil resolución, y estoy orgulloso de haber desarrollado esa tarea con los compañeros que estuvieron a mi lado, los jugadores y el cuerpo técnico. Fue mucho más difícil resolver lo que tuvimos que resolver este año, que obtener lo que obtuvimos el año pasado. Del éxito y del fracaso se sale vestido, la vestimenta con la que salen estos 22 jugadores de cara al futuro es mucho mejor que la vestimenta con la que salieron los 22 jugadores después del éxito. No supe gestionar el éxito, sí supe gestionar la adversidad. Mi convencimiento es que lo próximo encontrará futbolistas más maduros, más conscientes, más desarrollados. Por eso me siento mucho más cercano al equipo que recorrió la adversidad que al que recorrió el éxito. Porque el que recorrió el éxito salió dañado, el que recorrió el fracaso van a ver que sale fortalecido”

“Cuando mi equipo gana, y gana con regularidad, no reviso mucho las opiniones que giran alrededor de él. Lo puedo hacer por vanidad porque hablan bien, por hobbie porque me sobra tiempo, pero no lo necesito. Pero cuando mi equipo pierde, sí lo necesito. Porque en la adversidad, los mensajes que surgen del alrededor convergen al primer equipo, a los intérpretes”

“Después de tantos años de vincularme con los medios de comunicación, tengo desarrollada la percepción de la intencionalidad de la pregunta. Por supuesto, tenemos la piel más sensible y reaccionamos a cualquier estímulo, porque le tenemos miedo, entre comillas, y ustedes lo saben, y eso explica por qué reaccionamos exageradamente. Pero si bien reaccionamos a veces exageradamente, también aprendemos a percibir la intención de quien opina, y en el caso mío he pasado por lo peor en la relación con ustedes, porque protagonicé el mayor fracaso del fútbol argentino que fue la eliminación de la Selección Argentina en Korea-Japón, y fui maltratado de manera increíble, insuperable, no lo superé más a eso. Entonces, sé de qué se trata cuando hablo del dolor que te provoca la opinión del otro, cuando la opinión más que justa es revanchista”

“A mis hijas, si fracasan en un examen, lo único que observo es si estudiaron lo suficiente. Si no tuvieron estatura psíquica para expresar lo que sabían, si estaban nerviosas, o lo que sea, yo no digo: “Mirá, todo lo que hiciste no sirve para nada porque no dispusiste de tu saber”. Lo importante no es disponer, sino desarrollar para que fructifique”

“Mi mujer un día me dijo una cosa que nunca la voy a olvidar. Me dijo: ‘Me gustaría ser vasca’. Y yo la miré con mucho rechazo, yo no quisiera que fuera vasca. ¿Y por qué te gustaría ser vasca? Porque no se van de boca. ¿Y qué quiere decir que no se van de boca? ¿Hablan poco? No, hablan mucho, pero dicen lo necesario. Para decir lo necesario, no hace falta hablar poco, se puede hablar mucho. Hablan mucho, sí, pero nunca dicen lo que no corresponde”

“¿Usted vio que el mundo del fútbol cada vez se parece menos al aficionado y cada vez se parece más al empresario? Los empresarios que se adueñan del fútbol creen que los aficionados son asimilables a los 30.000 operarios que tienen trabajando. Y un aficionado no es un operario. Un operario trabaja, un aficionado siente. No se debe tratar a un aficionado con los códigos de un operario. Como el mundo del fútbol, como el resto del mundo, es de los empresarios, los empresarios nos tratan sólo en función de la productividad que somos capaces. Es decir, el gerente le dice al capataz que éste tiene que tornear X cantidad de piezas, pero se le murió la mamá ayer. “Eso fue ayer, hoy tiene que tornear…”. Quiere decir, no importan las justificaciones, importa la cantidad de piezas. En el fútbol impera la misma lógica. Pero es una lógica peligrosa, porque, mire, si usted no premia un proceso que obtuvo menos de lo que consiguió, no hay mucho riesgo. Pero si premia un proceso que lo que consiguió lo hizo de manera inmerecida, sí hay mucho riesgo. ¿Qué hace el mundo contemporáneo? No importa… ¿vos tenés un Mercedes Benz? Vos estás arriba…”

“El mensaje debería ser: premiemos lo que se obtiene merecidamente y con recursos lícitos”

“El equipo que gana a través de esperar el error contrario, no está más autorizado al éxito. Está menos autorizado, es menos probable que suceda. Por eso le digo que no se preocupe si no se premia un proceso que obtuvo menos de lo que merecía, no debería generarnos preocupación porque la injusticia es muy común. Pero cuando se premia como bueno algo que no es bueno, que es casual, eso sí es dañino, porque enseña a todos los que observan que un atajo te lleva al objetivo, y un atajo, normalmente, no te lleva a un objetivo”

"Como todos, pierdo mucho más que lo que gano. Entonces esa identificación del ganador de turno con los valores es una trampa, una gran trampa porque se venden valores a través de alguien que acaba de ganar. Entonces el que escucha está tironeado por dos extremos: un extremo son los valores, y el otro extremo es el triunfo. La confusión que genera es que el destinatario del mensaje cree que si aplica determinados valores va a tener éxito, y eso no es cierto, ni es conveniente ni aconsejable"

“La vida, en líneas generales, es construcción. Y de vez en cuando se logran los objetivos, pero lo interesante no es ser exitoso, porque el éxito es una cosa que se consume instantáneamente, porque una vez que se logra, se desvanece y se pierde. Por lo cual, si uno deposita toda la atención al éxito, eso duraría muy poco. La construcción, el desarrollo, la búsqueda, es lo que consume el tiempo de todos nosotros”

“Si tuviera opinar sobre una virtud, me referiría a esta virtud: adaptarse a la exigencia, no desmoronarse, no quebrarse, persistir a pesar de la adversidad, enfrentar las dificultades sin pervertirse, pudiendo ser siempre el mismo, estar dispuesto a poner en riesgo lo que poseo, aceptar el reto, el desafío, el cambio, el ritmo, tolerar los picos de dolor, saber sufrir, volver a empezar aun cuando la interrupción se produce cerca del final, recobrar el estado original sin perder salud en la búsqueda de efectividad. No pueden quedar excluidos aquellos que no se convencieron: a aquellos que no se convencieron, hay que admitirles la diversidad, que es muy difícil, admitir que el otro no es como deseamos”

“El que manda quiere que todos sean uniformes, que todos sean parecidos, porque siente que así domina y siente que así no hay nada que este fuera de su alcance. Para mí, eso es un grave error. Hay que aceptar la diversidad, hay que aceptar que el otro piense distinto, hay que aceptar que no te pude convencer. Lo que no hay que aceptar es que el otro deje de luchar y que deje de obedecer en lo mínimo indispensable que exige funcionar todos en común”

“Yo valoro a los discretos en relación a los exhibicionistas, los sobrios en relación a los arrogantes, los convencidos en relación con los inseguros, los generosos en relación con los egoístas, los esforzados en relación con los cómodos, los comprometidos en relación con los distantes”

“Errar es un camino que, bien conducido, presagia el acierto. Yo siempre que sucede algo no deseado digo: vamos a tratar que este error nos ayude a generar un próximo acierto”

“Estamos acostumbrados a que determinadas causas generan efectos previstos. El fútbol se aparta de eso: una mínima causa puede ofrecer diferentes efectos. No se puede prever lo que va a pasar. Entonces, los que protagonizamos o pertenecemos al fútbol y hemos transcurrido tiempo suficiente dentro de él, sabemos que la mayoría de las cosas que suceden no obedecen a cómo las imaginamos, no son como las imaginamos, hay mucho de casual. Sinceramente, soy un segmento de un proceso que circunstancialmente fue exitoso”

“El trabajo que yo hago se trata de convencer. Y uno convence proponiendo un estilo que es el que se recorre para la búsqueda de los objetivos”.


“En la adversidad hay dos opciones: abandonar el camino y demostrar que las convicciones están atadas a los efectos, o reforzar el convencimiento apostando a que el camino elegido es el correcto”.

“Por mi experiencia personal, sé que el método, el estilo y el sistema, es bueno si ganamos. Y si perdemos es malo, y ustedes actúan con esa lógica, que es la lógica de los seres humanos. Durante un período próspero, las evaluaciones son a favor y se exaltan los mismos valores que ahora se rechazan. Ustedes, seguramente, creían que yo era mucho mejor de lo que en realidad soy”

“Frente a la derrota, ninguna actitud es positiva. Ustedes no están en condiciones de valorar ningún mensaje. Se haga lo que se haga, estará mal hecho”

“Yo entiendo la lógica con la que operan ustedes, no la critico, la acepto, me someto a eso. Como me importa lo que se diga de mí, escucho y leo las opiniones que ustedes tienen de mi trabajo y veo claramente que se han confundido al evaluar. En la primera mitad del campeonato ustedes creían que yo era muy bueno y que el fútbol francés debía imitar u observar mi forma de proceder, y ahora han cambiado de opinión y se expresan en sentido absolutamente contrario. A mí me parece lógico eso, me ha sucedido en los últimos 30 años”

“Lo que trato de hacer en la adversidad, es fortalecer mis convicciones y no actuar con necedad negando realidades que merecen ser modificadas. Pero tengo claramente visualizado que, en los procesos negativos, todos te abandonan: los medios de comunicación, el público y los futbolistas. Y eso es natural, es propio de la condición humana. Nos acercamos al que huele bien, y el éxito siempre mejora el aroma del que lo protagoniza. Y nos alejamos del que huele mal, y la derrota hace que seamos malolientes”

“Nadie te acompaña para ayudarte a ganar, y todos te acompañan si has ganado. Esa es ley de vida, y así lo entiendo, lo acepto y no reclamo absolutamente nada ni pido nada”

“Hay que analizar cómo actúan los líderes ante la adversidad. Hay líderes que cambian el discurso y hay otros que los mantienen. He visto líderes que cambian los discursos y aciertan y revierten, o todo lo contrario. No puedo abandonar mis convicciones, no sería yo. Y sólo modifico aquello que verifico que está errado, pero también valoro lo que se opina de mí, sé que no soy tan bueno como me describían el año anterior, y tampoco soy como me describen ahora”

“Siempre la autoridad sufre vaivenes, siempre se debilita. De lo que estamos analizando, lo más significativo es que la derrota debilita las exigencias que el entrenador transmite”

“Aquel que es reclamado, y que nota que el esfuerzo que proponen no provocan los resultados deseados, tiene una tendencia natural a distanciarse de todo aquello que no le produce resultados, y en ese proceso de 3 empates y 1 derrota, se produjo esa situación”

 “Los que conducimos seres humanos, cuando vemos que lo que perseguimos no genera el resultado deseado, tenemos dos caminos: responsabilizar a los que ejecutan o revisar las consignas que uno le ofrece. Si un equipo, de 12 puntos obtiene 3, y los 4 partidos son contra equipos inferiores con menos recursos, yo tenía dos posibilidades: responsabilizar a los futbolistas o revisar las consignas. Opté por revisar las consignas. Y la segunda cuestión que escuché lo que sentían los intérpretes e incluí sus opiniones en los argumentos que utilizo para decidir”

 “Como en cualquier oficio, la derrota es no conseguir los objetivos. Admitir que hay que variar las herramientas exige tolerar la disminución de la autoestima, que en mi caso, estaba sobredimensionada en la valoración externa que se hacía de mi trabajo, y yo siempre supe que era promedio y mediocre. Quiere decir que no es novedad para mí que muchos de los métodos que utilizo no producen el efecto deseado”

“En este análisis, lo que para mí hay que traer como conclusión, es que todos los métodos autorizan a la victoria y a la derrota. Por cada Mourinho hay un Guardiola, y Guardiola pierde como pierde Mourinho. Pero como gana muchísimo más de lo que pierde, los períodos de análisis de la debilidad del método, es mucho menor. Lo ha dicho Ancelotti, con una frase que resume absolutamente todo: “La misma mano débil, es la que me permitió ganar 3 Champions”. Lo que quiere decir que cuando se ganan Copas del Mundo o Champions, es ductilidad para el manejo de los grandes jugadores. Y cuando pierden, porque todos alguna vez pierden, es debilidad frente a la requisitoria de las estrellas, simplemente una cuestión de proporción. Los grandes reciben este tipo de conjeturas o análisis muy de vez en cuando porque siempre ganan. Y los mediocres, como es el caso mío, con mucha más frecuencia porque habitualmente perdemos. Pero eso dicho con absoluta sinceridad, porque si analiza los títulos en los que yo he participado en mi carrera son muy pocos”