Anecdotario


MOMENTO INOPORTUNO
En su breve pero fructífero paso por Vélez Sarsfield, el ‘Loco’ Bielsa dejó muchas cosas: un titulo, un gran predio deportivo y, sobre todo, numerosas anécdotas. Entre ellas, el presidente de aquel entonces, Raúl Gámez, eligió la siguiente para contar: "Marcelo me había pedido unos datos importantes para su trabajo. Pasados unos días del pedido, me acerco en un entrenamiento y lo llamo al borde de la cancha para decirle que ya tenía los datos. A lo que Marcelo me contesta con notorio fastidio: ´¡Este no es el momento, hágame el favor!´ ¡Sí, me echó! Pero lo reconozco como un acto de profesionalismo".

EL TRABAJO, PRIMERO
Sabida es la pasión de Bielsa por el trabajo, el esfuerzo y la dedicación. Sabido es también que el técnico graba y observa todos y cada uno de los partidos de los equipos que dirige. El ‘Cholo’ Martín Posse, dirigido por Bielsa en Vélez, recuerda latente una gran anécdota del día de su boda. "Hicimos la celebración el mismo día en que jugamos un partido contra Boca Juniors, unas horas más tarde. Y Marcelo Bielsa se plantó en la boda con el video del partido que acabábamos de jugar bajo el brazo. Un genio".

MEMORIA INFALIBLE
"Una vez le regalé una chomba cuando estábamos en Vélez y él me preguntó dónde la había comprado. Le dije que en Nueva York, y le pregunté si conocía esa ciudad. Cuando me contestó que no, le insistí que la tenía que visitar, que para mí era la mejor ciudad del mundo. Pasaron cuatro años, estaba jugando en Francia y suena mi teléfono. ¡Era él! Me llamó y me dijo: ´Chilavert, tenía razón, esta ciudad es muy linda. Además, quería hacerle una pregunta: ¿Dónde compró aquella remera que me regaló?´", José Luis Félix Chilavert, ex arquero de Vélez Sarsfield.

LA SOLIDARIDAD ES LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE
Asumiendo responsabilidades por su trabajo de director técnico de la Selección de Chile, Marcelo Bielsa tuvo la iniciativa de ir a ver, en el estadio San Carlos de Apoquindo, un cotejo entre la Universidad Católica y River Plate, perteneciente a la Copa Libertadores de América, para distenderse y, lógicamente, observar jugadores para su combinado. Sin embargo, antes de llegar al estadio, unos niños humildes, carenciados, se le acercaron para preguntarle si él los podía hacer pasar a la cancha. Bielsa, con un gran gesto, les regaló sus entradas, y atinó a acercarse al acceso del estadio para intentar entrar sin tickets. Ante la negativa de los organizadores, se fue a su casa. 100% Bielsa.

¡LO QUE HACE NO SIRVE PARA NADA!
Arturo Vidal, gran jugador chileno, fue víctima de la sinceridad de Marcelo Bielsa en uno de los entrenamientos pertenecientes al seleccionado nacional en las eliminatorias sudamericanas. Vidal, que juega siempre al límite, debió bancarse las críticas del ‘Loco’: "Acá usted está jugando en Bayer Leverkusen. Y todo lo que usted hace es un desorden. De nada sirven las piernas a la altura de la cabeza. Si quiere jugar conmigo, debe hacer el trabajo que se le pide, no el que usted cree que hace falta. No hacen falta los héroes en el fútbol".

PARA GANAR TIEMPO
En su época dorada con Newell’s, Bielsa ganó 3 títulos y muchos admiradores. Su excéntrica forma de ser llamó la atención de todos, incluso dejó anécdotas con el arquero de aquel momento, Norberto Scoponi, quien contó que en un partido él tiraba, en cada saque de arco, el balón hacia la tribuna, aproximadamente hacia la línea media del campo. ¿Por qué? Resulta que Bielsa le había dado esa sugerencia, argumentando que, a través del saque lateral, el mediocampo recuperaría el balón mucho más rápido.

RETIRO LO DICHO
La siguiente es una sensacional anécdota que narra el hermano de Marcelo Bielsa, Rafael, en su libro “Argentina, una luz de almacén”, de Editorial Sudamericana:
"Es la noche del 28 de diciembre; suena el teléfono y respondo. Miro la hora: las 11 y media. Mi hermano Marcelo me habla desde la ruta.
-¿Te acordás del 31 de mayo del ´98, cuando te dediqué el campeonato de Vélez en “Fútbol de Primera”?- me descerraja a boca de jarro…
Cómo no me voy a acordar…
-Bueno,- continúa, inexorable- Creo que no debí haberlo hecho.
Por una décima de segundo me estremezco. Lo imagino irrumpiendo en “Fútbol de Primera” a paso redoblado, dispuesto a enmendar la injusticia retirándome el homenaje; involuntariamente, aprieto el puño como atrapando un talismán…
-Tengo tres razones -se explica-. La primera es que uno no debería disponer de la totalidad de lo que sólo es parcialmente propio. Aquella noche, campeones habíamos salido todos, los jugadores y yo, de manera tal que al haber estado ausente del programa el plantel completo, yo no debí apropiarme de ninguna manera de lo que no era mío.
…- La segunda razón es que si una dedicatoria contiene un sentido eminentemente personal, ya que uno expresa un sentimiento íntimo, de dicho modo debería hacérsela llegar al destinatario, y no por televisión.
…- En tercer lugar,- cierra- uno no debe dar al periodismo una herramienta tan poderosa como el conocimiento de la propia emotividad desnuda. Si todos los que acceden a ella le fueran a dar el trato que merece un sentimiento noble, podría ser, pero no hay garantías, no hay garantías.
…La conversación gana caudal… Una parte de mi cabeza repite una maniobra que vi en algún partido de los que jugó la selección nacional, una jugada que sólo puede concebir una mente martirizadamente concienzuda.
Ortega toma la pelota, y el soplo de su irreflexión la conduce entre las piernas de varios rivales, se la pasa al Piojo López que generosamente se estira sobre la otra banda, como hacen los corredores olímpicos que están a punto de cruzar la meta, como hacen los pájaros, y éste la hace llegar a Batistuta, que está en el lugar justo en el momento adecuado, en ese sitio inacabablemente identificado y ocupado durante los fatigosos entrenamientos. Batistuta, con un remate despiadado transforma las largas horas de falta de autoindulgencia, de aplicación y de tenacidad, en gol argentino…
…Recuerdo que le hablé de ese gol a mi hermano Marcelo.
-´Sí´, me dijo, ´pero en las prácticas Bati no disparaba con violencia, sino que tenía que tocar suave a un costado del arquero, tomándolo a contrapierna. El tanto que te gustó no debió haber sido gol. Te voy a dar tres razones por las que no es justo que la jugada terminara como terminó...´"

VOLVER AL PASADO
En el año 1991, Newell’s Old Boys debía enfrentarse en una final de ida y vuelta ante Boca Juniors, en la que se definiría al campeón absoluto de Argentina. Antes del cotejo, Bielsa produjo un discurso emotivo ante sus dirigidos: “Nosotros tenemos que reconstruir una sensación, algo muy profundo: remitirnos a los 14 años, cuando en el barrio nos tocaba jugar contra aquellos rivales a los que les teníamos bronca y no nos importaba nada más que eso, ni el lugar, ni la hora, nada. Porque lo único que nos interesaba, justamente, era jugar”.

LO QUE IMPORTA ES LA FELICIDAD
El plantel de Vélez Sarsfield viajaba a Jujuy en un avión y, sentados juntos, estaban Jose Luis Chilavert y Marcelo Bielsa. Ambos tuvieron una conflictiva relación durante la estadía de Bielsa en Liniers, en la cual pasaron momentos malos y también reconciliatorios. En aquel viaje, en un momento inesperado, Marcelo Bielsa le pregunta al arquero paraguayo: “Chilavert, ¿usted es felíz?”.

POR ALGO LE DICEN “LOCO”
El defensor Fernando Gamboa narró una fantástica anécdota con Marcelo Bielsa, en la previa de un clásico ante Rosario Central, cuando el DT dirigía a Newell’s Old Boys. 
“Era domingo después de la siesta (el partido se jugaba el lunes). Yo estaba en el pasillo, jugando con un pacman y se me acercó Bielsa. Me miró y me preguntó si tenía ganas de jugar, si estaba ansioso porque llegara el momento. Yo, a todo esto, seguía jugando, hasta que de pronto me dice:
- Pará, mirame, te estoy hablando
Dejé de jugar y le contesté:
- Tranquilo, profe, ¿qué pasa?
Me vuelve a mirar fijamente y me pregunta:
- ¿Qué daría usted por ganar este clásico?
- Todo, absolutamente todo, soy capaz de trabar con la cabeza-contesté.
No le satisfizo la respuesta y me dijo:
- Más, hay que dar más
- ¿Algo más? ¿Le parece poco?
Fue entonces que me mostró la mano y me dijo:
- Si me aseguran ganar, me dejo cortar este dedo”.

UN LOCO DE LA GUERRA
Newell’s no venía para nada bien: había perdido un importante partido por la Copa Libertadores y la barra brava de la lepra fue a buscar a Marcelo Bielsa a su casa. ¿Cuál fue la reacción del Loco? Fue la reacción de un loco: los salió a correr con… ¡una granada!

ATENCIÓN LIMITADA
El ‘Loco’ Bielsa, en su tiempo como técnico de la Selección Argentina, tenía como uno de sus jugadores predilectos a Ariel Ortega, gran enganche, pero que no podía recibir grandes indicaciones porque su atención se evaporaba. Rafael Bielsa, su hermano, observa que Marcelo estaba pensativo y le pregunta: “¿Qué te pasa?”. ¿Qué le respondió el Loco? “Estoy pensando en cómo hacerle entender a Ortega, en 5 minutos, un concepto futbolístico que lleva más de media hora explicar”.

TRABAJADOR NOCTURNO
Cuando Bielsa inició su periplo como entrenador, en Newell’s Old Boys, no concentraba junto al equipo, hecho que caía mal en alguno de los referentes. Por ejemplo, Norberto Scoponi le preguntó por qué no estaba con ellos en las concentraciones, a lo que Bielsa le contestó: "Mientras usted duerme, yo estoy haciendo cosas para que el equipo mejore".

LO MEJOR QUE ESCUCHÓ
Una vez, contra Colombia, allá, por Eliminatorias, nos dijo lo mejor que escuché de un técnico: ‘En las peleas callejeras hay dos tipos de golpeadores. Está el que pega, ve sangre, se asusta y recula. Y está el que pega, ve sangre y va por todo, a matar. Muy bien, muchachos: vengo de afuera y les juro que hay olor a sangre’”, Nelson Vivas.