“No puedo decirle más de lo que
le he dicho: desde mi óptica, los elementos con los que se analiza un partido
los he expuesto todos, posesión, dominio, llegada, transición, estilo,
actuaciones individuales, organización, y en la cantidad de partidos que hemos
jugado nosotros hemos sido justamente vencidos en pocas oportunidades. Pero
como van 20 fechas, y en una de las competiciones estamos eliminados, y en la
otras estamos a 7 puntos de la posición natural que uno imagina que merece un equipo
como este, seguir explicando que lo obtenido es inmerecido, a mi me inhibe,
porque me pongo en el papel del que escucha y digo: ‘Oh... otra vez la misma
cuestión’”
“Los estilos no tienen planes
alternativos: se hacen bien o se hacen mal. Y el destinatario de la exposición
del equipo, que es el público, no es que reclame variaciones en los
procedimientos. Lo que reclama, con justicia, es eficacia. Construir un estilo
lleva tanto tiempo, que si frente a la adversidad la solución sería sustituirlo,
sería una solución imposible porque dejar de proceder de una manera para optar
por otra, es tan laboriosa la tarea de consolidar una forma que, desde mi óptica,
no se puede cambiar de un día para el otro”
“Trabajo diariamente como si me
fuera a quedar toda la vida, y no ignoro que puedo dejar de pertenecer mañana.
Tampoco quiero alardear de fortaleza, pero es muy difícil que deje de luchar.
Es mucho más probable que decidan por mí, que yo decida. Frente a la
adversidad, siempre sigo luchando. Y sé hacerlo del único modo que se lucha en
la adversidad: en soledad. Porque como la derrota produce sensaciones
desagradables, es natural que todo el mundo tienda a distanciarse del que
protagoniza la derrota. En este caso, me toca liderar a mí un proyecto que está
desilusionando, y es natural que eso se viva en soledad, sin compañía. Y lo
digo exactamente así: me parece natural, me parece lo normal, me parece que es
lo que sucede siempre”
“El otro día un periodista me
preguntó si había percibido la desaprobación por los cambios: el público no silbó
los cambios, me silbó a mí. Percibí que no se silbaban mis decisiones, sino que
se me silbaba a mí, como responsable de una dinámica negativa. No voy a decir
que me alegro, pero me parece que se hace justicia. Siempre tuve claro que lo
que había sucedido el año pasado había generado ilusión en la gente, y esto
genera desilusión”
“Cuando pasó lo de las
filtraciones, yo fui el más beneficiado, porque lo noté en el contacto con la
gente, la gente valoraba aquella expresión mía después de una derrota, y yo
sabía que esa expresión se correspondía a la intimidad, y que estaba obteniendo
un reconocimiento por algo que jamás debió hacerse público, y eso es carne
envenenada. Puede satisfacerte en lo inmediato, pero cualquier hombre con
experiencia sabe que aquello es inmerecido, que es un robo, que uno se apodera
de algo que no merece, después el destino lo pone en orden”
“En un club de fútbol, el
entrenador es el más importante de la institución. ¿Por qué digo eso? Porque
las autoridades de la institución moderan el poder que le otorgan al
entrenador, y tienen ese error. Pero el que tramita lo más importante que tiene
un club de fútbol, que es el desarrollo del equipo, es el entrenador. Entonces,
dispongo del poder, evidentemente no lo usé bien sino no estaríamos en el
momento en que estamos, y el público ha percibido eso”
“No presumo de ser poderoso, pero
en la adversidad es cuando mayor fuerza reconozco dentro mío. Aparte, llevo
toda mi vida observando a aquellos que gestionan la adversidad, que es de
quienes verdaderamente se aprende. Extrañamente, todos sobre-observamos a los
victoriosos, y quienes merecen ser observados son aquellos que tramitan la
adversidad, así que estoy en un escenario que me es habitual, y el que he
recorrido con mi cuerpo, y en cuerpo ajeno, infinidad de veces”
“De fútbol es muy poca la gente
que entiende, pero es mucha la gente que opina. Entonces, cuando uno explica
las situaciones que no dejan que un grupo triunfe, siempre les parece
insuficiente el mensaje y siempre creen que en el mensaje hay un contenido
encubierto. Pero el mensaje es muy claro, el entrenador lo que tiene que hacer
es lograr que el futbolista juegue de manera proporcionada a las virtudes que
posee. El que lo logra es un buen entrenador, y el que no lo logra, está
fracasando. Entonces la cuestión no es de estilo, ni de organización, ni de
preparación física, lo importante es que los jugadores estén cerca de su máximo
potencial durante un período alargado”
“Aprendí mucho a escuchar lo que
el estadio dice. ‘A lo loco se vive mejor’, nace de una parte de la hinchada
que privilegia las emociones, y creo que al estadio le molestó ese apoyo,
porque lo consideró inmerecido. A veces se silba un cambio, a veces silba a
alguien que a criterio de la mayoría ha dejado de merecer ese apoyo. Si
ilusionar merece ese reconocimiento, desilusionar merece reprobación. Esto que
estoy produciendo desilusiona, y tengo que aceptar la reprobación”
“Estoy muy acostumbrado a los ataques de los medios de comunicación, entonces sé que producen este tipo de declaraciones: que yo me sitúo en una posición victimista, es decir, que me atribuyo más culpas de las que tengo”
“Estoy muy acostumbrado a los ataques de los medios de comunicación, entonces sé que producen este tipo de declaraciones: que yo me sitúo en una posición victimista, es decir, que me atribuyo más culpas de las que tengo”
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