La curiosa historia de
cómo el DT se acercó hasta "Los Tiburones del Paraná", una escuela de
natación para chicos especiales en Arroyo Seco.
El director técnico se disfraza de periodista y llama por
teléfono a un número fijo de Arroyo Seco, una pequeña localidad costera anclada
en el sur de la provincia de Santa Fe atrapada entre los campos minados por la
soja y el caudaloso río Paraná.
El teléfono suena. Es viernes a la tarde. Atiende Marisa, la
esposa del profesor de natación. La conversación puede haber sido así.
- Hola, buenas tardes. ¿Este es el número de la casa de
Patricio Huerga?
- Sí.
- Yo soy un periodista de Pergamino y quisiera entrevistar a Patricio personalmente. ¿Puedo acercarme mañana hasta Arroyo Seco?
- Sí, claro. A él lo encuentra por la tarde.
- Sí.
- Yo soy un periodista de Pergamino y quisiera entrevistar a Patricio personalmente. ¿Puedo acercarme mañana hasta Arroyo Seco?
- Sí, claro. A él lo encuentra por la tarde.
Pocas cosas interesantes suceden los sábados a la tarde en
los pueblos de la Pampa Húmeda. Las acciones son movimientos calcados, días
idénticos a los anteriores, iguales a los fines de semanas que vendrán. Sólo la
adrenalina de los adolescentes que se preparan para salir por la noche a
Pasacalle agita por lo bajo las hormonas apagadas de quienes abandonaron su
juventud otro sábado a la tarde. De tan previsibles cualquier modificación que
ocurra en la escena sabatina llama la atención. El director técnico disfrazado
de periodista no pasa desapercibido. Está perdido y no sabe cómo llegar al
destino final. Su misión es preguntar.
El rostro del hombre famoso es una tarjeta de presentación.
Ahí, en sus gestos, en sus arrugas y en sus pupilas no sólo están sus propios
datos sino las expectativas y frustraciones proyectadas por la gente común, por
el ciudadano de a pie, por todos nosotros. El disfraz de periodista es corto.
No le alcanza para burlar a los transeúntes que detiene para preguntarles dónde
queda la casa del profesor de natación que entrena a pibes con discapacidad que
nadan hasta diez kilómetros en uno de los ríos mas anchos y profundos del
continente. El DT elige a sus presas: el primero es el dueño de un bar y el
otro un periodista televisivo del cable local que casualmente iba en camino
hacia el estudio de TV. Ambos le indican el camino. Ambos siembran
elucubraciones. ¿Querrán llevar a Patricio Huega a Chile para trabajar con el
seleccionado de fútbol?
Es junio de 2009. Supongamos que hacía frío. Las tardes de
invierno son cortas en el sur de Sudamérica y la sobremesa de los fines de
semana casi siempre se superpone con la merienda. El punto de unión es el mate,
el mate amargo que acompaña al profesor de natación que se encierra en su
biblioteca, un riñón en el fondo de su casa. Allí pergeña nuevos desafíos para
Los Tiburones: el grupo de jóvenes que una vez al año nadan en las aguas dulces
de un río marrón. Las paredes están pobladas de cuadros de Carpani, el pintor
peronista de trazos sólidos y populares. Hay medallas, trofeos y muchos
recortes de diarios enmarcados. "Los Tiburones de Arroyo Seco volvieron a
dar su ejemplo de vida", titula La Capital. "Los chicos discapacitados
que desafían las aguas del Paraná" describe un diario porteño fechado en
2005. "Los chicos especiales volvieron a ganarle al río Paraná y a la
vida", vuelve a graficar el decano de la prensa argentina. En las pruebas
de los Tiburones no hay vencedores porque no hay disputas. Desde allí, Patricio
no escucha el timbre pero sí el grito de se esposa.
Marisa pregunta desde adentro quién es.
- ¿Acá vive Patricio? Soy Marcelo Bielsa.
- Sí, un momentito por favor.
Marisa vuela hasta la biblioteca. Exclama: "¡Es Marcelo Bielsa!"
- ¿Por teléfono?, lo atiendo desde acá...
- ¡No! ¡Está ahí afuera!
- Sí, un momentito por favor.
Marisa vuela hasta la biblioteca. Exclama: "¡Es Marcelo Bielsa!"
- ¿Por teléfono?, lo atiendo desde acá...
- ¡No! ¡Está ahí afuera!
"Se me aflojaron las piernas. Mientras buscaba las
llaves para abrir la puerta recordaba que Bielsa me había dicho que alguna vez
vendría personalmente a agradecerme el libro que le había mandado". Y
Marcelo Bielsa, siendo técnico de la selección chilena de fútbol, cumplió con
su palabra.
Patricio Huega nació en la década de '60. Es hijo de un
empleado metalúrgico y de una ama de casa. Fue un niño nadador imbatible que se
retiró rápido. Inventó la primera escuela de natación para chicos con
discapacidades y realiza durante todo el año un riguroso entrenamiento en
pileta para que los pibes de la escuela se reciban de Tiburones en su bautismo
en aguas abiertas. Cuando Patricio les planteó a los papás la idea de que sus
hijos naden en el río muchos dijeron que era imposible, que se iban a ahogar
todos, que estaba totalmente loco. Patricio Huerga admira profundamente a
Marcelo Bielsa. A Marcelo Bielsa le dicen 'El Loco'.
Marcelo Bielsa ingresa a la casa. Están sentados en el
living. Bielsa hace preguntas. Se interesa en la labor constante, en lo épico
del todo los días. Lejos de esos títulos que la prensa magnifica: "Yo
admiro en ustedes la capacidad que tienen para trabajar con el dolor".
La frase de la celebridad que golpea la puerta del admirador
adquiere una dimensión, una densidad y una composición que la hacen táctil. El
admirador es admirado. El admirado habla de Bielsa.
"Lo admiro por los valores que transmite. No solamente desde
lo teórico del planteamiento sino porque lo lleva a la práctica, que siempre es
lo más difícil. Pensar, decir y hacer todo para un mismo lado. A eso le dicen
coherencia, pero cuando yo era niño, mi papá me decía que eso era honradez. Eso
te hace digno: digno de ganar o de perder en lo que hagas, pero siempre digno
de vivir".
Patricio trabaja poniendo el foco en las habilidades, en la
superación de las limitaciones, de los obstáculos. Marcelo trabaja para
explotar al máximo el talento innato, procura descubrir capacidades
desconocidas de los deportistas virtuosos. Patricio es el líder de los
menospreciados sociales, los líderes anónimos, los desconocidos mediáticos.
Marcelo es el guía de las estrellas, los gladiadores de la posmodernidad, los
millonarios prematuros. Ambos hablan el mismo idioma. Marcelo llegó a Arroyo
Seco porque quiere conocer en persona algo de lo que hace Patricio.
. . . . . . . . .O. . . . . . . . .
Patricio conoce en detalle la trayectoria futbolística de
Marcelo Bielsa. Pero el punto de contacto es fruto de un hecho casi fortuito.
Corría el 2002, año de crisis social y económica. Argentina estaba fracturada,
los episodios del diciembre trágico del 2001 habían obligado al presidente
Fernando De la Rua a renunciar y las provincias planteaban planes de cinturones
ajustados, recortes presupuestarios y proyectos paralizados. Mientras el país
se deshacía el profesor de natación y los papás anhelaban construir una pileta
en la Escuela Especial de Arroyo Seco. Para concretar el sueño comenzaron a
recorrer un trayecto burocrático en los distintos estamentos gubernamentales de
la provincia de Santa Fe hasta llegar a entrevistarse con la Directora de
Infraestructura Escolar, la arquitecta María Eugenia Bielsa.
Huerga y los papás partieron hasta Santa Fe, la capital
provincial. La arquitecta los recibió en su despacho. Se sentaron en ronda.
Antes de explicar en qué consistía la idea de la pileta propia para fomentar la
inclusión social, Patricio preguntó:
- ¿Qué relación tiene usted con Marcelo Bielsa?
- Es mi hermano.
- Es mi hermano.
En ese instante Huerga se paró. Habló de pie. Y le dijo:
"Usted no sabe cuánto lo admiro".
"Le debe haber causado sorpresa lo que dije porque la
selección argentina (dirigida por Bielsa) había quedado afuera del Mundial
Japón-Corea en primera ronda hacía muy poco tiempo y todas eran críticas y
reproches", recuerda el profesor. Pero no fue la única referencia que
Patricio hizo antes del comienzo de la reunión formal. También le contó que en
1998, cuando organizaron la 'Primera experiencia a nado en río de personas con
discapacidad' en el diario La Capital -que por aquel entonces aún era en formato
sábana y en blanco y negro- compartieron la tapa junto a Marcelo. Bielsa
dirigía a Vélez, había jugado contra Newell´s de Rosario y le había ganado en
el Coloso del Parque Independencia 1 a 0. El título de los Tiburones decía:
'Vencedores'. El del partido del DT: 'Newell´s extraña a Bielsa'.
María Eugenia los escuchó y les planteó en ese mismo
instante una contrapropuesta. "En lugar de construir la pileta en la
escuela nos sugirió que pensemos un proyecto más integral en un lugar
municipal, se comprometió a ayudarnos y nos invitó a su casa a Rosario para
seguir trabajando". De ese modo comenzó una relación. Los Tiburones
viajaron durante meses a la casa de la arquitecta para redondear el proyecto de
lo que después sería el Complejo Integral.
A poco tiempo, el hermano de María Eugenia llamó
telefónicamente por primera vez al profesor natación. Formal, monocorde y
usando la palabra 'usted' se presentó: "Le habla Marcelo Bielsa". Fue
el primer contacto.
El 6 de diciembre del 2007, cinco años después del primer encuentro
con la arquitecta, se inauguró el complejo de natación.
Es verano. Época de preparativos para realizar un nuevo
cruce en el río. Patricio se empecina en que la perseverancia vence al destino.
El desgarbado y fibroso profesor de educación física contradice a los oráculos,
a las astrólogas y a la herencia mitológica de los adivinos. Huerga sostiene su
máxima haciendo de su vida un cúmulo de fuerzas centrífugas donde todo se potencia:
la teoría, los argumentos, las experiencias, el cariño, el amor, la pasión y
esa firme convicción del artesano que hace arte sin presumir. El ex nadador
está internado en el Paraná. Desde la costa se distingue a un grupo de diez
personas que lo rodean. Están amontonados y se arengan entre ellos. Están
entrenando.
Un pibe nada amarrado de un flotador flúo que sobresale
entre tanta agua dulce. Como telón de fondo dos barcos que transportan soja
pasan a una velocidad que marca el pulso del polo agroexportador más importante
de Argentina. Mientras los granos del granero del mundo salen a ultramar más
acá del río un puñado de jóvenes y niños con discapacidades intentan vencer sus
propios obstáculos y entrenan y entrenan. Quieren conseguir una nueva proeza. Patricio
Huerga sigue de cerca al pibe del flotador flúo. Pancho nada contra de la
corriente.
Patricio sale del agua. Repite de memoria la charla, la
conversación y los giros del encuentro con Bielsa en 2009. "Es mejor ser
prestigioso que popular. Es más importante el recorrido con el que uno llega a
un lugar que el éxito o no que se obtenga en la búsqueda. Los hechos son más
significativos que las palabras. Demostrar es mucho más importante que
hablar". Cuando Bielsa habla parece que describe a los Tiburones. El grupo
de pibes discapacitados es la práctica real y concreta de la teoría de Marcelo,
esa teoría que muchas veces los futbolistas no interpretan.
Mientras el profesor vive y revive la anécdota del encuentro
con el DT, unos metros más allá, Alejandrina, mamá de Pancho, cuenta la
historia del niño que no hablaba ni caminaba y que es paradigmática de los
cientos de niños que concurren al complejo de natación.
- Él se arrastraba. Los médicos le hacían equilibrio, le
hacían de todo y me decían que podía caminar a los 5, a los 12... ¡No sabían
cuál era ese día! La esperanza mía era que él camine y hable. Yo lo llevaba
todos los días al puerto, a la costa del río y le movía la mano. Le decía
a-gua. Aaaaa-gua. Aaaaaa-guuuua.
Alejandrina imita con su mano un oleaje tranquilo. Las
vocales van al ritmo del Paraná
- Hasta que un día me miró y me dijo: A-guuua.
Desde la costa del Rowing Club de Arroyo Seco Alejandrina
recuerda la primera palabra de Pancho y sigue de reojo el último entrenamiento
previo a la prueba anual de integración. Si Pancho, el canillita que reparte La
Posta y cursa el 6to grado de la escuela primaria nada un kilómetro en las
aguas del Paraná obtendrá el título de Tiburón.
-¡Vamos Pancho! ¡Dale! ¡Más patada! ¡Más, más, más!
"Para conseguir el éxito es inevitable el sufrimiento y
la humildad. La autoridad la da sabiduría, el poder lo da la dedicación hasta
el sacrificio en el trabajo, en el servicio. Estoy sorprendido porque los
chicos no tienen ejemplos de madurez, no conviven con nadie que les ofrezca un
modelo de madurez. Ni los padres, ni los maestros. En cualquier tarea se puede
ganar o perder, lo importante es la nobleza de los recursos utilizados; eso sí
es lo importante". Huerga cita a Bielsa pero parece que habla de su propio
proyecto, su forma de vida.
¿QUÉ FUE A BUSCAR
MARCELO BIELSA?
Que vino a buscar, no lo sé. Tuvo un gran gesto. Se interesó
muchísimo con nuestro proyecto. Cada vez que viaja por el mundo y ve un
artículo periodístico sobre discapacidad, lo recorta y me lo manda por correo.
Bielsa, el guía obstinado de los millonarios talentosos fue
a Arroyo Seco a tirarse al río. A darse un baño de humildad en un día distinto
a su entorno cotidiano, el de los pases millonarios, los goles de exportación y
la lógica binaria del balompié: gloria o fracaso. En la casa de Patricio nadie
pierde, todos ganan. "Lo importante es el transito, la dignidad con que se
recorre el camino en la búsqueda del objetivo."
- Marcelo, antes de irse. ¿Le puedo pedir un favor?
- Sí. Dígame Patricio.
- Mire, nadie me va a creer que usted estuvo en mi casa.
¿Podemos sacarnos una foto? Párese acá, así sale mi casa de fondo. Así se ve
que usted estuvo acá.
Clic. Marcelo Bielsa está vestido de Director Técnico a lo
Marcelo Bielsa. Patricio se ríe. El admirador es abrazado por el admirado. La
puerta de la casa está abierta. No hay disfraz que camufle la popularidad de DT
argentino. No hay motivos para que el proyecto del profesor de natación se
mantenga en el anonimato.
Nota escrita por Juan Mascardi, en el Diario La Nación del día 7 de febrero de 2013.
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