27 feb 2013

Marcelo Bielsa: el DT que admira la capacidad de trabajar con el dolor


La curiosa historia de cómo el DT se acercó hasta "Los Tiburones del Paraná", una escuela de natación para chicos especiales en Arroyo Seco.

El director técnico se disfraza de periodista y llama por teléfono a un número fijo de Arroyo Seco, una pequeña localidad costera anclada en el sur de la provincia de Santa Fe atrapada entre los campos minados por la soja y el caudaloso río Paraná.
El teléfono suena. Es viernes a la tarde. Atiende Marisa, la esposa del profesor de natación. La conversación puede haber sido así.
- Hola, buenas tardes. ¿Este es el número de la casa de Patricio Huerga?
- Sí.
- Yo soy un periodista de Pergamino y quisiera entrevistar a Patricio personalmente. ¿Puedo acercarme mañana hasta Arroyo Seco?
- Sí, claro. A él lo encuentra por la tarde.
Pocas cosas interesantes suceden los sábados a la tarde en los pueblos de la Pampa Húmeda. Las acciones son movimientos calcados, días idénticos a los anteriores, iguales a los fines de semanas que vendrán. Sólo la adrenalina de los adolescentes que se preparan para salir por la noche a Pasacalle agita por lo bajo las hormonas apagadas de quienes abandonaron su juventud otro sábado a la tarde. De tan previsibles cualquier modificación que ocurra en la escena sabatina llama la atención. El director técnico disfrazado de periodista no pasa desapercibido. Está perdido y no sabe cómo llegar al destino final. Su misión es preguntar.
El rostro del hombre famoso es una tarjeta de presentación. Ahí, en sus gestos, en sus arrugas y en sus pupilas no sólo están sus propios datos sino las expectativas y frustraciones proyectadas por la gente común, por el ciudadano de a pie, por todos nosotros. El disfraz de periodista es corto. No le alcanza para burlar a los transeúntes que detiene para preguntarles dónde queda la casa del profesor de natación que entrena a pibes con discapacidad que nadan hasta diez kilómetros en uno de los ríos mas anchos y profundos del continente. El DT elige a sus presas: el primero es el dueño de un bar y el otro un periodista televisivo del cable local que casualmente iba en camino hacia el estudio de TV. Ambos le indican el camino. Ambos siembran elucubraciones. ¿Querrán llevar a Patricio Huega a Chile para trabajar con el seleccionado de fútbol?
Es junio de 2009. Supongamos que hacía frío. Las tardes de invierno son cortas en el sur de Sudamérica y la sobremesa de los fines de semana casi siempre se superpone con la merienda. El punto de unión es el mate, el mate amargo que acompaña al profesor de natación que se encierra en su biblioteca, un riñón en el fondo de su casa. Allí pergeña nuevos desafíos para Los Tiburones: el grupo de jóvenes que una vez al año nadan en las aguas dulces de un río marrón. Las paredes están pobladas de cuadros de Carpani, el pintor peronista de trazos sólidos y populares. Hay medallas, trofeos y muchos recortes de diarios enmarcados. "Los Tiburones de Arroyo Seco volvieron a dar su ejemplo de vida", titula La Capital. "Los chicos discapacitados que desafían las aguas del Paraná" describe un diario porteño fechado en 2005. "Los chicos especiales volvieron a ganarle al río Paraná y a la vida", vuelve a graficar el decano de la prensa argentina. En las pruebas de los Tiburones no hay vencedores porque no hay disputas. Desde allí, Patricio no escucha el timbre pero sí el grito de se esposa.
Marisa pregunta desde adentro quién es.
- ¿Acá vive Patricio? Soy Marcelo Bielsa.
- Sí, un momentito por favor.
Marisa vuela hasta la biblioteca. Exclama: "¡Es Marcelo Bielsa!"
- ¿Por teléfono?, lo atiendo desde acá...
- ¡No! ¡Está ahí afuera!
"Se me aflojaron las piernas. Mientras buscaba las llaves para abrir la puerta recordaba que Bielsa me había dicho que alguna vez vendría personalmente a agradecerme el libro que le había mandado". Y Marcelo Bielsa, siendo técnico de la selección chilena de fútbol, cumplió con su palabra.
Patricio Huega nació en la década de '60. Es hijo de un empleado metalúrgico y de una ama de casa. Fue un niño nadador imbatible que se retiró rápido. Inventó la primera escuela de natación para chicos con discapacidades y realiza durante todo el año un riguroso entrenamiento en pileta para que los pibes de la escuela se reciban de Tiburones en su bautismo en aguas abiertas. Cuando Patricio les planteó a los papás la idea de que sus hijos naden en el río muchos dijeron que era imposible, que se iban a ahogar todos, que estaba totalmente loco. Patricio Huerga admira profundamente a Marcelo Bielsa. A Marcelo Bielsa le dicen 'El Loco'.
Marcelo Bielsa ingresa a la casa. Están sentados en el living. Bielsa hace preguntas. Se interesa en la labor constante, en lo épico del todo los días. Lejos de esos títulos que la prensa magnifica: "Yo admiro en ustedes la capacidad que tienen para trabajar con el dolor".
La frase de la celebridad que golpea la puerta del admirador adquiere una dimensión, una densidad y una composición que la hacen táctil. El admirador es admirado. El admirado habla de Bielsa.
"Lo admiro por los valores que transmite. No solamente desde lo teórico del planteamiento sino porque lo lleva a la práctica, que siempre es lo más difícil. Pensar, decir y hacer todo para un mismo lado. A eso le dicen coherencia, pero cuando yo era niño, mi papá me decía que eso era honradez. Eso te hace digno: digno de ganar o de perder en lo que hagas, pero siempre digno de vivir".
Patricio trabaja poniendo el foco en las habilidades, en la superación de las limitaciones, de los obstáculos. Marcelo trabaja para explotar al máximo el talento innato, procura descubrir capacidades desconocidas de los deportistas virtuosos. Patricio es el líder de los menospreciados sociales, los líderes anónimos, los desconocidos mediáticos. Marcelo es el guía de las estrellas, los gladiadores de la posmodernidad, los millonarios prematuros. Ambos hablan el mismo idioma. Marcelo llegó a Arroyo Seco porque quiere conocer en persona algo de lo que hace Patricio.
. . . . . . . . .O. . . . . . . . .
Patricio conoce en detalle la trayectoria futbolística de Marcelo Bielsa. Pero el punto de contacto es fruto de un hecho casi fortuito. Corría el 2002, año de crisis social y económica. Argentina estaba fracturada, los episodios del diciembre trágico del 2001 habían obligado al presidente Fernando De la Rua a renunciar y las provincias planteaban planes de cinturones ajustados, recortes presupuestarios y proyectos paralizados. Mientras el país se deshacía el profesor de natación y los papás anhelaban construir una pileta en la Escuela Especial de Arroyo Seco. Para concretar el sueño comenzaron a recorrer un trayecto burocrático en los distintos estamentos gubernamentales de la provincia de Santa Fe hasta llegar a entrevistarse con la Directora de Infraestructura Escolar, la arquitecta María Eugenia Bielsa.
Huerga y los papás partieron hasta Santa Fe, la capital provincial. La arquitecta los recibió en su despacho. Se sentaron en ronda. Antes de explicar en qué consistía la idea de la pileta propia para fomentar la inclusión social, Patricio preguntó:
- ¿Qué relación tiene usted con Marcelo Bielsa?
- Es mi hermano.
En ese instante Huerga se paró. Habló de pie. Y le dijo: "Usted no sabe cuánto lo admiro".
"Le debe haber causado sorpresa lo que dije porque la selección argentina (dirigida por Bielsa) había quedado afuera del Mundial Japón-Corea en primera ronda hacía muy poco tiempo y todas eran críticas y reproches", recuerda el profesor. Pero no fue la única referencia que Patricio hizo antes del comienzo de la reunión formal. También le contó que en 1998, cuando organizaron la 'Primera experiencia a nado en río de personas con discapacidad' en el diario La Capital -que por aquel entonces aún era en formato sábana y en blanco y negro- compartieron la tapa junto a Marcelo. Bielsa dirigía a Vélez, había jugado contra Newell´s de Rosario y le había ganado en el Coloso del Parque Independencia 1 a 0. El título de los Tiburones decía: 'Vencedores'. El del partido del DT: 'Newell´s extraña a Bielsa'.
María Eugenia los escuchó y les planteó en ese mismo instante una contrapropuesta. "En lugar de construir la pileta en la escuela nos sugirió que pensemos un proyecto más integral en un lugar municipal, se comprometió a ayudarnos y nos invitó a su casa a Rosario para seguir trabajando". De ese modo comenzó una relación. Los Tiburones viajaron durante meses a la casa de la arquitecta para redondear el proyecto de lo que después sería el Complejo Integral.
A poco tiempo, el hermano de María Eugenia llamó telefónicamente por primera vez al profesor natación. Formal, monocorde y usando la palabra 'usted' se presentó: "Le habla Marcelo Bielsa". Fue el primer contacto.
El 6 de diciembre del 2007, cinco años después del primer encuentro con la arquitecta, se inauguró el complejo de natación.
Es verano. Época de preparativos para realizar un nuevo cruce en el río. Patricio se empecina en que la perseverancia vence al destino. El desgarbado y fibroso profesor de educación física contradice a los oráculos, a las astrólogas y a la herencia mitológica de los adivinos. Huerga sostiene su máxima haciendo de su vida un cúmulo de fuerzas centrífugas donde todo se potencia: la teoría, los argumentos, las experiencias, el cariño, el amor, la pasión y esa firme convicción del artesano que hace arte sin presumir. El ex nadador está internado en el Paraná. Desde la costa se distingue a un grupo de diez personas que lo rodean. Están amontonados y se arengan entre ellos. Están entrenando.
Un pibe nada amarrado de un flotador flúo que sobresale entre tanta agua dulce. Como telón de fondo dos barcos que transportan soja pasan a una velocidad que marca el pulso del polo agroexportador más importante de Argentina. Mientras los granos del granero del mundo salen a ultramar más acá del río un puñado de jóvenes y niños con discapacidades intentan vencer sus propios obstáculos y entrenan y entrenan. Quieren conseguir una nueva proeza. Patricio Huerga sigue de cerca al pibe del flotador flúo. Pancho nada contra de la corriente.
Patricio sale del agua. Repite de memoria la charla, la conversación y los giros del encuentro con Bielsa en 2009. "Es mejor ser prestigioso que popular. Es más importante el recorrido con el que uno llega a un lugar que el éxito o no que se obtenga en la búsqueda. Los hechos son más significativos que las palabras. Demostrar es mucho más importante que hablar". Cuando Bielsa habla parece que describe a los Tiburones. El grupo de pibes discapacitados es la práctica real y concreta de la teoría de Marcelo, esa teoría que muchas veces los futbolistas no interpretan.
Mientras el profesor vive y revive la anécdota del encuentro con el DT, unos metros más allá, Alejandrina, mamá de Pancho, cuenta la historia del niño que no hablaba ni caminaba y que es paradigmática de los cientos de niños que concurren al complejo de natación.
- Él se arrastraba. Los médicos le hacían equilibrio, le hacían de todo y me decían que podía caminar a los 5, a los 12... ¡No sabían cuál era ese día! La esperanza mía era que él camine y hable. Yo lo llevaba todos los días al puerto, a la costa del río y le movía la mano. Le decía a-gua. Aaaaa-gua. Aaaaaa-guuuua.
Alejandrina imita con su mano un oleaje tranquilo. Las vocales van al ritmo del Paraná
- Hasta que un día me miró y me dijo: A-guuua.
Desde la costa del Rowing Club de Arroyo Seco Alejandrina recuerda la primera palabra de Pancho y sigue de reojo el último entrenamiento previo a la prueba anual de integración. Si Pancho, el canillita que reparte La Posta y cursa el 6to grado de la escuela primaria nada un kilómetro en las aguas del Paraná obtendrá el título de Tiburón.
-¡Vamos Pancho! ¡Dale! ¡Más patada! ¡Más, más, más!
"Para conseguir el éxito es inevitable el sufrimiento y la humildad. La autoridad la da sabiduría, el poder lo da la dedicación hasta el sacrificio en el trabajo, en el servicio. Estoy sorprendido porque los chicos no tienen ejemplos de madurez, no conviven con nadie que les ofrezca un modelo de madurez. Ni los padres, ni los maestros. En cualquier tarea se puede ganar o perder, lo importante es la nobleza de los recursos utilizados; eso sí es lo importante". Huerga cita a Bielsa pero parece que habla de su propio proyecto, su forma de vida.

¿QUÉ FUE A BUSCAR MARCELO BIELSA?
Que vino a buscar, no lo sé. Tuvo un gran gesto. Se interesó muchísimo con nuestro proyecto. Cada vez que viaja por el mundo y ve un artículo periodístico sobre discapacidad, lo recorta y me lo manda por correo.
Bielsa, el guía obstinado de los millonarios talentosos fue a Arroyo Seco a tirarse al río. A darse un baño de humildad en un día distinto a su entorno cotidiano, el de los pases millonarios, los goles de exportación y la lógica binaria del balompié: gloria o fracaso. En la casa de Patricio nadie pierde, todos ganan. "Lo importante es el transito, la dignidad con que se recorre el camino en la búsqueda del objetivo."
- Marcelo, antes de irse. ¿Le puedo pedir un favor?
- Sí. Dígame Patricio.
- Mire, nadie me va a creer que usted estuvo en mi casa. ¿Podemos sacarnos una foto? Párese acá, así sale mi casa de fondo. Así se ve que usted estuvo acá.
Clic. Marcelo Bielsa está vestido de Director Técnico a lo Marcelo Bielsa. Patricio se ríe. El admirador es abrazado por el admirado. La puerta de la casa está abierta. No hay disfraz que camufle la popularidad de DT argentino. No hay motivos para que el proyecto del profesor de natación se mantenga en el anonimato.

Nota escrita por Juan Mascardi, en el Diario La Nación del día 7 de febrero de 2013.

No hay comentarios:

Publicar un comentario